Volver al Futuro consiguió trascender generaciones, géneros y épocas hasta convertirse en un símbolo del cine mismo. La película dirigida por Rober Zemeckis y protagonizada por Michael J. Fox, Christopher Lloyd y Thomas F. Wilson, se convirtió en un símbolo de la cultura popular desde su estreno en 1985, y es considerada una de las mejores sagas de ciencia ficción.
El impacto eterno de Volver al Futuro

Marty McFly y Doc Brown viajaban al 21 de octubre de 2015 en la segunda cinta de la película, y desde entonces esta fecha se volvió una especie de conmemoración para los fanáticos de la cinta.
Más allá de los aeropatines, los tenis que se ajustan solos o el icónico DeLorean, Volver al Futuro representa una de las mayores hazañas del cine de ciencia ficción. La visión de Robert Zemeckis y Bob Gale combinó aventura, comedia y emoción en una historia que, además de jugar con las paradojas temporales, habló sobre el destino, las segundas oportunidades y la importancia de nuestras decisiones.
El éxito fue inmediato. En 1985, el público se enamoró de la primera película gracias a la química entre Michael J. Fox y Christopher Lloyd y la emocionante historia que nos hace regresar en el tiempo.
A una década del famoso día de Volver al Futuro, la película sigue siendo un recordatorio de cómo el cine puede capturar la esencia de la fantasía humana. Su legado es tan fuerte que no envejece, incluso 40 años después del estreno de la primera cinta y aún cuando el calendario ya superó la fecha a la que alguna vez fuimos con Marty y Doc.
Volver al Futuro nos recuerda que, aunque hay películas que nos transportan a realidades imposibles, pueden sentirse cercanas, humanas y profundamente emocionales. Volver al Futuro no solo definió una era de ciencia ficción y Blockbusters, se convirtió en algo trascendental e histórico en el séptimo arte.