Esta confusión ha existido durante décadas. El mismo autor de estas líneas fue víctima de este malentendido cinéfilo durante muchos años. Y ya no es común solo en películas, sino también en series, anime y hasta videojuegos, al ser un apartado tan importante en la narrativa audiovisual de una historia. Hablamos de los términos soundtrack y score.
Y es que, aunque traducción literal al español sería “pista de sonido” y “partitura”, curiosamente soundtrack se ha traducido como “banda sonora” y score como “música”. ¿Por qué?
Allí ha estado el error durante muchos años. Desde su concepción cuando se incorporó el sonido a la cinematografía, las cintas de 16 milímetros integraban en su lado derecho una línea que cambiaba de grosor dependiendo de la elevación o disminución de sonidos. Esa “barra variable” se llamaba sound track (sin el espacio), a fin de que los técnicos la reconocieran instantáneamente como el área que brindaba sonido a lo filmado. Y hasta aquí todo estaba bien, como un término técnico dentro de los que hacían cine.
El problema inicia en la década de los años 40, cuando la industria musical contrae la palabra como soundtrack y debuta con el término soundtrack albums, para vender la música de películas exitosas como Singin’ in the Rain, The Wizard of Oz… Una idea muy lucrativa pero que tuvo que evolucionar en años siguientes en dos clases de formatos: la música incidental (o cinematográfica) de las películas y las canciones escuchadas en las películas (que podrían ser originales o licenciadas).
Justamente el primerísimo OST (original soundtrack) fue un acierto del concepto en su nombre, pues se llamaba Songs from Walt Disney’s Snow White and the Seven Dwarfs (with the Same Characters and Sound Effects as in the Film of That Title). Un título largo, pero que englobaba (excepto por el tema de los efectos de sonido que incluso es un rubro aparte actualmente) el tema del original soundtrack.
Así que hoy es muy simple: score es la música “de fondo”, la que componen grandes como Ennio Morricone, Danny Elfman, Hans Zimmer o John Williams y que llega a ser tan emblemática para recordarnos una película o saga entera, como Harry Potter, Indiana Jones o Star Wars.
Y el soundtrack son las canciones que acompañan un gran momento. Pueden ser canciones famosas que enfaticen momentos como Twist and Shout en Ferris Bueller’s Day Off, The Sound of Silence en The Graduate o You Make my Dreams en 500 Days of Summer. O bien pueden ser canciones originales, como la recién nominada Dos Oruguitas en Encanto, Bajo el Mar en The Little Mermaid, My heart Will Go On en Titanic o Shallow en A Star is Born.
¿Me expliqué o los confundí más? Huelga decir que en Spoiler Time amamos la grandiosa música y canciones que acompañan nuestras películas, series, videojuegos y anime favoritos.
Pensamiento personal: no estoy conforme que no hayan nominado el grandioso score de Spencer, del legendario Jonny Greenwood (aunque me consuelo con The Power of the Dog :)).