Todo sobre la fantasía medieval de Matt Groening que marca el comienzo de su era Netflix
Luego de haber influido a múltiples generaciones con la serie que revolucionó la comedia animada para adultos y de habernos sumergido por su psicodélico universo futurista, el icono de las caricaturas presenta una nueva ficción y, esta vez, de la mano de nada menos que el Gigante del Streaming. Por primera vez, Matt Groening rompe su eterno lazo con la cadena Fox para entregar a Netflix una sátira medieval repleta de magia, criaturas fantásticas y una princesa bastante alejada de las narraciones convencionales.
¿Cómo sería una serie animada de Matt Groening sin las limitaciones de la TV contemporánea? Esta fue, quizás, una de las primeras interrogantes que nos hicimos al enterarnos que el famoso creador se había lanzado a la plataforma. La otra, sin duda, tenía que ver con el presente lamentable de Los Simpson, la serie guionada más longeva de la pantalla chica a quien todavía pretenden seguir manteniendo con vida bajo respirador artificial. ¿Acaso, podrían estos personajes monárquicos hechizarnos de la misma forma que supo hacer en su momento la familia de Springfield?
Conocimos el presente y el futuro de la mano de Groening, ahora es momento de dar un vistazo al pasado. Esto es Disenchantment, la serie que se propone consagrar la trilogía de la animación moderna.
Comenzaremos esta reseña aclarando una duda fundamental que todo buen fan que se sumerja en el universo Groening desea conocer de antemano: ¿es la nueva serie de Netflix superior a las primeras temporadas de Los Simpson o Futurama?Definitivamente no. Esto no quiere decir que la ficción sea un fracaso, por supuesto. Las comparaciones son inevitables y debemos admitir que con una vara tan alta el resultado era esperable.
Disenchantment nospresenta a Bean, la joven princesa del decadente reino de Dreamland. Mientras su padre, el Rey Zorg, planea su boda, Bean se la pasa fugándose del castillo constantemente para ir a las tabernas a beber hasta perder la razón. El día de su casamiento, el destino de la infeliz princesa cambia radicalmente cuando conoce a un demonio llamado Luci y a Elfo, una criatura que acaba de ser desterrada de su mundo de fantasía. Acompañada de estos dos excéntricos personajes, Bean decide huir de su mandatos femeninos y entregarse a la aventura.
Cuando Groening había adelantado que su nueva serie sería más emotiva y trágica de lo que nos tiene acostumbrados, no mentía. Sin duda, Disenchantmentes una ficción sobre personas dañadas. Recordemos que en su momento incluso fue descrita como un “coming of agemedieval“. Es importarte saber que no es una comedia para descostillarse de la risa… de hecho, son muy pocas las ocasiones en que se generan buenos chistes (ni que decir si la ves en su versión doblada, ya que terminarás perdiéndote la mayoría de ellos que solo tienen sentido si los escuchas en su inglés original).
Otra característica importante radica en su estructura. Al igual que otras series animadas de la plataforma, Groening ha decidido hacer de la primera temporada básicamente una película dividida en 10 partes. Las historias de cada uno de los episodios están relacionadas entre sí y son muy pocos los capítulos que llegan a ser autoconclusivos. Algunos de ellos finalizan con un cliffhanger y te obligarán a tener que ver el siguiente para descubrir el futuro de los personajes. Sí: si esperabas saltarte algún que otro episodio para llegar a lo realmente bueno, vete olvidando.
Y si de personajes hay que hablar, este tal vez sea el punto más discordante con respecto a las anteriores series animadas del creador. Estamos bastante acostumbrados a que Groening nos presente universos ricos en personajes, donde los secundarios siempre tienen un rol destacado. Pensemos un segundo en Los Simpson: ¿qué sería de la familia amarilla sin todos esos múltiples, ocurrentes y entrañables vecinos de Springfield? Ok, aquí las cosas son muy distintas.
¿Es la nueva serie de Netflix superior a las primeras temporadas de Los Simpson o Futurama? Definitivamente no.
Los personajes de Dreamland dejan mucho que desear, al punto de que no hay ningún personaje secundario que realmente merezca nuestra atención. Todo el atractivo recae en el trío protagonista, el cual funciona mucho mejor como grupo que separados.
Podríamos decir que la rebelde Bean tiene algo de Lisa Simpson. Ambas poseen fuertes ideales y una sensibilidad a flor de piel. También resulta fácil compararla con Leela de Futurama, sobre todo por su estilo desafiante y guerrero. Aunque al principio la veamos como una adolescente sin rumbo, cuya única motivación es perder el tiempo emborrachándose con sus amigos,Bean es más inteligente de lo que aparenta. En definitiva, es ella quien logra arreglar casi todos los problemas. Bean es una princesa moderna que logra su objetivo al romper con los estereotipos dominantes.
Disenchantmenttambién hace un gran uso de la época y de las infinitas posibilidades que provee el género fantástico. Con un estilo de animación muy en sintonía con Futurama, la serie nos invita a sumergirnos por un mundo repleto de criaturas mitológicas. Orcos, hadas, gigantes, sirenas, elfos y demonios tienen un lugar especial aquí y Groening sabe retratar ese universo con cierta belleza.
Con respecto a la religión, las estructuras sociales y los castigos medievales, también observamos un buen uso de ellos, aunque se podrían haber explotado muchísimo más estos aspectos a la hora de generar los pasos de comedia.
Uno de los principales problemas de Disenchantmentradica en su falta de consistencia. A pesar de que posee un buen arranque, la magia se va diluyendo muy rápidamente en medio de la temporada, obteniendo un retorno atrapante y con una alta cuota de dramatismo recién en sus dos capítulos finales.
La serie peca de querer abarcar demasiado en sus historias de media hora, perdiendo notable intensidad. Sobre todo, si tenemos en cuenta que los 10 episodios se encuentran interrelacionados, lo cual resulta un combo un tanto agotador para el espectador.
Quienes esperan referencias a la cultura pop, aquí también encuentran lugar, aunque en una medida mucho más ajustada. La primera temporada introduce alusiones a ficciones consagradas como Game of Thrones, Vikingsy El Señor de los Anillos, hasta algún que otro easter egg de Los Simpson y Futurama.
Como comentamos anteriormente, el final de temporada logra recuperar todo el encanto con una historia repleta de misterio, tragedia y oscuridad. Inclusive, Groening introduce un espectacular e inusual cliffhanger que asegura que quienes hayan llegado hasta allí, sin duda querrán ver lo que suceda en la próxima entrega. Prestar atención también a la importante escena post-créditos.
En resumen, podemos afirmar que la primera temporada de Disenchantmentresulta demasiado irregular. A la serie le cuesta encontrar un ritmo y engloba más relatos de los que debería. Aún así, mejora con el correr de los episodios y genera suficientes misterios para querer darle una nueva oportunidad.