Al igual que muchos, luego de ver El Libro de Boba Fett y Obi-Wan Kenobi, quedé decepcionada y sin ganas de seguir explorando la galaxia muy, muy lejana. Para mí, estas dos producciones carecían de los elementos que hicieron grandes The Mandalorian con tan solo dos temporadas. Pero Andor, protagonizada por el mexicano Diego Luna y desarrollada por la misma persona que salvó Rogue One, Tony Gilroy, es la producción de Star Wars en Disney Plus que más me ha impresionado.
Andor es lo mejor del Universo Star Wars en la actualidad
Por supuesto, considero que The Mandalorian es una gran serie televisiva y amo a Din Djarin y a Pedro Pascal, quien lo interpreta. Pero allá en el 2016, Rogue One ya había demostrado que Star Wars puede ser madura, oscura, realista y cruel, sin perder la esperanza, el sentido de unión y la hermandad que caracteriza a la franquicia. Y Andor llega a Disney Plus para demostrar que la Star Wars que vimos en Rogue One, se puede volver a hacer.
A nivel narrativo, Andor nos lleva a explorar un rincón de la galaxia desconocido para el público. Uno donde el foco de atención no son los jedis o la familia Skywalker. Y para mí eso ya suma puntos. Las películas cinematográficas (y hasta The Mandalorian) han explorado con mucho detenimiento el poder de la Fuerza y a los jedis, pero adentrarnos a la vida de la gente común, de quienes sufrían a manos del Imperio y no tenían poderes para defenderse, es algo nuevo y refrescante para los que amamos el universo que creó George Lucas en los setentas.
La escena inicial ya nos dice que Cassian es una Star Wars diferente, no solo porque hace explícito el sexo en la franquicia, al Cassian visitar un burdel en búsqueda de su hermana, sino porque además hay un abuso de poder que claramente podríamos comparar con lo que pasa con la migra y los mexicanos y latinos que intentan cruzar el Río Bravo para llegar a Estados Unidos. Especialmente porque los dos guardias del corporativo que acosan a Cassian lo llaman ilegal en repetidas ocasiones. Además de que más adelante se hace hincapié en sus rasgos físicos y en el planeta del cual proviene, Kenari.
Andor muestra a Cassian como un personaje complejo, capaz de hacer lo que sea necesario para sobrevivir en un mundo hostil, pero que al mismo tiempo se preocupa por los suyos. Además, me emociona que Cassian no sea el único personaje bien desarrollado en la serie. Los secundarios también tienen capas y brillan con facilidad, incluso aunque sus apariciones sean breves. Los villanos, como el subinspector Syril Karn, no se sienten acartonados u unidimensionales. Al contrario, se muestran sus motivaciones e inseguridades de una manera clara y concisa.
A nivel audiovisual, puedo decir que Andor supera a Obi-Wan Kenobi con creces. Y es que si bien el Volumen es una herramienta tecnológica que llegó para quedarse porque ayuda bastante a la producción en tiempo real (como la corrección de color/iluminación y a que los actores no tengan que imaginarse los escenarios por sí mismos), la verdad es que los sets construidos y las locaciones reales no pueden ser suplantadas por pantallas led. Y se nota. Por ejemplo, volviendo a la escena inicial, me parece impresionante las vibras que toda esa secuencia tiene a la estética cyberpunk. ¿A poco no les recordó a Blade Runner (1982)?
La música también es otro elemento que Andor aterriza muy bien. Especialmente porque el sonido juega un papel muy importante a lo largo de los episodios. Por ejemplo, en la escena donde los trabajadores y habitantes del planeta Ferrix utilizan el sonido del metal como forma de comunicación/intimidación, mientras que Andor, junto a Luthen Rael, intenta escapar de los imperiales que lo buscan. Esto hace que la tensión vaya subiendo poco a poco hasta explotar en una escena de persecución.
En resumen, Andor tiene todos los elementos para convertirse en una de las mejores series de Star Wars sin valerse por completo de la nostalgia y los huevos de pascua. Su guion sólido, personajes complejos, score electrizante, temas maduros y políticos intemporales, así como el suspenso de las producciones de espionajes, la hacen una serie imprescindible, seas o no fan de la franquicia.
