El próximo domingo 12 de septiembre llega Dr. Death a la plataforma de streaming Starzplay, una serie original de Peacock basada en el podcast del mismo nombre que cuenta la historia de Christopher Duntsch, un infame neurocirujano que fue llevado a la justicia por haber dañado a más de 30 de sus pacientes y condenado a prisión de por vida. La serie se inscribe en la nueva ola de shows de true crime que cuentan los crímenes de forma ficcionalizada, como es el caso de Dirty John (casualmente también basada en un podcast) o de The Serpent, que llevó a la pantalla chica la vida del asesino serial Charles Sobhraj.
Christopher Duntsch era, aparentemente, un hombre que lo tenía todo: una carrera brillante, talento, juventud y carisma. Sin embargo, detrás de todo eso se escondía alguien realmente peligroso que se servía de su trabajo como neurocirujano y de sus privilegios para ocultarlo.
Joshua Jackson (Dawson’s Creek, Fringe) es quien se encarga de darle vida a este monstruo, este psicópata disfrazado de médico que fallaba una y otra vez a su juramento hipocrático, prácticamente cada vez que entraba a un quirófano. Jackson hace un excelente trabajo con Duntsch: logra mostrar, a través de las diferentes épocas que retrata Dr. Death, la codicia, los delirios de grandeza y el espiral de destrucción en el que se puede resumir la historia de este neurocirujano.
Además, Jackson está bien acompañado: los veteranos Alec Baldwin (30 Rock, Saturday Night Live) y Christian Slater (Mr. Robot, Dirty John) son quienes se visten con la piel de Robert Henderson y Randall Kirby, los dos cirujanos que se pondrán en campaña para revocarle la licencia a Duntsch y así detener sus crímenes. Henderson con un estilo más calmo y Kirby más explosivo, los dos sentirán las acciones de Duntsch como una ofensa directa a su profesión y dedicarán múltiples esfuerzos hasta lograr que la justicia los escuche.
El elenco de Dr. Death se completa con AnnaSophia Robb (The Act, Little Fires Everywhere) en el papel de la joven Michelle Shughart, la fiscal del distrito que pondrá en pie el caso contra Duntsch, y con Grace Gummer (The Newsroom, Mr. Robot) como Kim, una enfermera involucrada románticamente con el neurocirujano.
Si bien no sorprende la llegada del caso de Dr. Death a la pantalla chica, ya que las historias de true crime parecen multiplicarse día tras día en las plataformas, la serie se destaca por las particularidades del caso. La sentencia de Christopher Duntsch a prisión perpetua sienta un precedente en la justicia para tratar con médicos que hayan dañado a sus pacientes, pero, además, el show hace un excelente trabajo en demostrar cómo el sistema médico estadounidense permite el desarrollo de personajes como Duntsch, que deambulan de hospital en hospital durante mucho tiempo antes de que alguien pueda detectar lo perjudiciales que pueden ser.
Duntsch parece encarnar todos los males del mundo: es un ególatra, mitómano y adicto y, así y todo, gracias a los avales de su carrera, a la falta de revisión sobre su tarea y sobre lo que prometía y a los distintos negociados que atraviesan el sistema de salud norteamericano pudo dañar a más de 30 pacientes, incluso llevando a dos de ellos a la muerte, antes de que alguien lo detuviera.
Quizás, lo único criticable a Dr. Death es su afición a los saltos temporales. A pesar de que estos están bien anunciados con leyendas en la pantalla, las idas y venidas terminan confundiendo. Está claro que no contar la historia de forma lineal tiene sus beneficios: gracias a ello, los personajes de Henderson y Kirby, interpretados por dos actores célebres como Baldwin y Slater, nos acompañan desde el minuto uno, pero los constantes saltos de un caso al otro, del pasado al futuro y luego a un pasado anterior terminan tornándose, por momentos, excesivos.