Por fin se estrena en cines una de las películas más esperadas del año. Basada en la novela de Frank Hebert, y considerada por muchos como una historia “inadaptable”, la versión de Dune (Duna) del director franco canadiense Denis Villeneuve, con un reparto lleno de estrellas encabezadas por Timothée Chalamet, Rebecca Ferguson, Oscar Isaac y Stellan Skarsgard, Zendaya, entre otros, aterriza hoy en las pantallas como el gran estreno de la temporada.
En un futuro muy lejano, gobernado por imperios interestelares feudales, el duque Leto Atreides (Oscar Isaac) acepta el encargo del Barón Vladimir Harkonnen (Stellan Skarsgard) de ir a gobernar el planeta de Arrakis (conocido también como Duna) para terminar con la dura explotación de parte de los Harkonnen, raza que controlaba el planeta con brazo de hierro para extraer “la especia”, una droga única que se encuentra en el desierto de Duna y que es vital para todo el universo ya que hace posible los viajes interestelares. Por esas cualidades se vuelve el bien más preciado de la galaxia.
Leto Atreides, su concubina Bene Gesserit Lady Jessica (Rebecca Ferguson) y su hijo Paul (Timothée Chalamet) junto con su séquito se dirigen a Arrakis, planeta en el que no es fácil extraer el preciado recurso ya que dentro de las arenas del desierto habitan gusanos de arena gigantes. Además, la marginación que los Harkonnen habían causado amenazaba con provocar una guerra que afectaría el suministro de la preciada especia.
Con la llegada de los Atreides parece que los abusos contra los habitantes del planeta terminarán y se mantendrá la producción de “la especia” en paz. Pero una traición que arrasa con los nuevos habitantes del planeta provocará que Paul y su madrastra huyan al desierto a merced de los gusanos gigantes y de los fremen, habitantes milenarios de las dunas quienes han desarrollado estrategias de supervivencia, religión, pelea y comunicación con la naturaleza.
Así, dentro de las dunas de Arrakis, se entremezclarán la política, religión, ecología, tecnología y las emociones humanas mientras el único sobreviviente del clan Atreides, Paul, lucha contra el inhóspito desierto, las visiones provocadas por “la especia” y sus propios miedos para tratar de convertirse en la última esperanza de la raza humana.
Duna es la segunda producción de alto presupuesto de Denis Villeneuve, después de la genial Blade Runner 2049 que fue un éxito en la crítica y en los fans por ser, en palabras del propio director: un respetuoso acto de amor hacia la obra maestra de Ridley Scott. Ahora con Duna el reto no era superar la versión de David Lynch, sino apegarse lo más posible al libro y hacer una película que le hiciera justicia.
Para lograrlo, Denis se encargó de escribir el guion con la ayuda de dos colaboradores que brindaran cada uno la visión necesaria para respetar el libro: Jon Spaiths, quien colaboró en Prometheus, y el experimentado Eric Roth, quien ganó el Oscar por Forrest Gump. La visión de estos autores está impregnada dentro de la película: encuentran las alegorías filosóficas, ecológicas, geo-políticas que abundan en la novela de Hebert más el viaje del héroe de Paul.
Esta visión desde el ojo inocente de Paul le da a la cinta la perspectiva de aventura y de heroísmo que la hacen muy entretenida a pesar de sus 150 minutos de duración.
El mundo de Duna está lleno de grandes escenarios desérticos que contrastan con los avances tecnológicos, el diseño de las naves y el lado místico-religioso cuidado hasta el más mínimo detalle. Sumado a la genial fotografía de Greig Fraser (Rogue One) se filmó toda la película con cámaras IMAX en escenarios, en su mayoría reales, de Budapest, Jordania, Noruega y Abu Dhabi que le dan a la cinta una estética muy peculiar llena de colores ocres que emulan una y otra vez los parajes desérticos del planeta. La intención del director era que al ver la película en el gran formato la experiencia fuera más física e inmersiva, y en Duna se proyecta con creces.
Para completar la experiencia, Villeneuve se apoyó en Hans Zimmer con quien trabajó en Blade Runner quien de inmediato aceptó el reto de musicalizar Duna ya que es fan del libro original. Incluso rechazó trabajar con Nolan en Tenet para enfocarse en las piezas para esta cinta. El resultado es una combinación de imagen y sonido épica; Zimmer planteó sus composiciones sin ver la cinta terminada, y sin haber visto la versión de David Lynch, se basó solamente en el libro y se comprometió tanto que creó nuevos instrumentos, buscó nuevos sonidos y utilizó muchas voces femeninas para respetar siempre el poder de la voz humana. El compromiso de Zimmer fue tal que no solo editaron un soundtrack sino tres: The Dune Sketchbook (Music from the Soundtrack), Dune (Original Motion Picture Soundtrack) y The Art and Soul of Dune.
Por el lado de las actuaciones, el ensamble coral que conjunta el director es uno de los más importantes de los últimos años: Timothée Chalamet, Rebecca Ferguson, Oscar Isaac, Josh Brolin, Jason Momoa, Stellan Skarsgård, Zendaya, Javier Bardem, Dave Bautista, etc. están perfectamente casteados para representar los arquetipos que planteaba Hebert en su libro. Chalamet logra sobresalir como el héroe que descubrirá su poder y enfrentará su destino, junto con Rebecca Ferguson quien es la heroína que, en esta parte, guiará a Paul en su camino tanto físico como espiritual.
Para crear el espectáculo que es Duna el director hace una combinación de escenarios naturales con grandes construcciones por computadora, así como elementos ancestrales como la tauromaquia con la tecnología y la religión. Ah, y las naves que se asemejan a insectos gigantes hacen que toda la cinta tenga un aire atemporal.
Pero…
Aunque la edición de las partes de acción es buena y con grandes momentos que sorprenden, la parte del inicio tarda un poco en concretarse. Sin embargo, la cinta termina en una nota muy alta de emoción; hay que estar atento durante la primera hora para seguir las visiones, los personajes y no perder detalle de las cuestiones políticas y religiosas.
El trabajo que hace Villeneuve con la historia es básicamente el mismo que Lynch en su versión, aunque con un ritmo más lento de desarrollo. Los puristas del libro de Hebert, quienes lo definen como inadaptable, seguramente pondrán el grito en el cielo al ver a un personaje con el género cambiado, todo para hacerla más “amigable“ con el pensamiento moderno.
Otros espectadores encontrarán similitudes con Star Wars y La fuerza. Está comparación no es nueva, y desde que se estrenó Star Wars en 1977, se ha acusado a George Lucas de tomar varios elementos del libro de Hebert. Esta nueva versión de Dune puede que reviva la polémica entre las nuevas generaciones.
En resumen
La nueva versión de Dune (Duna) de Denis Villenueve es una épica de ciencia ficción en toda la extensión de la palabra. Una experiencia fílmica, inmersiva, emocional y física.
Duna es una opera-espacial, que nos recuerda los grandes espectáculos que del cine de hace muchos años. Es una experiencia cinemática perfecta que debe ser vista en el cine para ser apreciada en toda su forma. Con grandes efectos visuales, espectaculares sets, un diseño de imagen perfecto, y un soundtrack épico, Duna es el espectáculo prometido que no decepcionará a los amantes de la ciencia ficción y los dejará sin palabras.
Denis Villenueve demuestra que es uno de los mejores directores de la actualidad, y esta es su mejor película a la fecha.