Dirigida por Juan José Campanella (El secreto de sus ojos – 2009), El cuento de las comadrejas (2019) es una de joya del cine argentino que desgraciadamente pasará desapercibida en las salas de cine de México. Lo anterior gracias a la poca fama que tiene el elenco y el director en tierras mexicanas, así como por la poca publicidad que tuvo en un verano saturado de blockbusters. Afortunadamente para aquellos que la vean en el cine, habrán sido testigos de una de las mejores películas de este año: una comedia ingeniosa y sin tapujos que además sirve de ejemplo de cómo hacer un remake fresco e innovador con elementos que usualmente se ven en el melodrama o la comedia de pastelazo.
El cuento de las comadrejas narra la historia de un grupo de amigos que viven juntos en la casa de la popular actriz, Mara Ordaz (Graciela Borges). Los inquilinos de este lugar, además de la protagonista, son: Pedro de Córdova (Luis Brandoni), el esposo de Mara que siempre fue la sombra de la actriz; Martín Saravia (Marcos Mundstock), un guionista retirado y Norberto Imbert (Oscar Martínez), el líder del grupo que también es un director de cine. A pesar de vivir juntos, Mara desprecia a los hombres que habitan su casa y ella sólo siente un poco de responsabilidad con su esposo Pedro. Gracias a esta fracturada relación, Mara cae en la trampa de unos jóvenes (Clara Lago y Nicolás Francella) que solo están interesados en vender la casa de la actriz a través de su firma inmobiliaria, pero quienes conquistan a la artista con la atención que le hace tanta falta en su vida. Al ver este chantaje, Norberto y Martín reclutan a Pedro para luchar contra los intrusos que han alterado su pacífica existencia mientras tratan de convencer a Mara del error que está a punto de cometer.
El cuento de las comadrejas es una cinta que sorprende, desde la primera escena, por la ingeniosa comedia que ofrece al espectador, la cual hace despliegue de un humor negro y ácido que en esta época de lo políticamente correcto es difícil de encontrar. No obstante, es importante recalcar que la comedia no funcionaría sin el timing tan efectivo que el reparto muestra a la hora de actuar sus diálogos, los cuales demandan cierto ritmo y química que en manos de otros histriones no provocarían el mismo efecto. Por esto, las interpretaciones de Graciela Borges (La Ciénaga – 2001), Oscar Martínez (Relatos salvajes – 2014), Luis Brandoni (Mi obra maestra – 2018) y Marcos Mundstock (Mi primera boda – 2011) resultan imprescindibles para el éxito del filme.
El guión también es ingenioso en su tratamiento del tema de la vejez y la experiencia versus la juventud y su ambición. Este contraste podría caer fácilmente en el cliché o en lo didáctico y ser un mensaje cansado para audiencias fuera del target de la cinta; sin embargo, la historia resulta universal por la aproximación tan original que hace de este enfrentamiento entre distintas generaciones, sin menospreciar o sobrevalorar a alguna de ellas y en donde todos los personajes interactúan como iguales. Lo anterior permite que al desarrollar el conflicto no existan límites respecto a lo que los personajes pueden hacer dentro de los límites de la historia y por consecuencia, que la comedia también fluya naturalmente en situaciones que en otro contexto podrían parecer forzadas.
Hace poco, la actriz Anjelica Huston comentaba en una entrevista a Vulture lo difícil que era encontrar papeles que no fueran “humillantes” para los actores veteranos de Hollywood. Lo anterior lo dijo con una sutil referencia a la cinta de 2019 titulada Poms (de la cual puedes leer nuestra crítica aquí), en donde varias actrices de su edad se ven limitadas por una historia que resulta condescendiente con ellas y su trayectoria artística. Esta nota al pie de página es importante de realizar porque El cuento de las comadrejas le da la oportunidad a cuatro actores veteranos de brillar dentro de una historia que nunca se detiene a pensar las limitaciones que su edad podría sugerir. Aquí los viejos son macabros y seguros de sí mismos, con personalidades muy diferentes entre sí y que nunca encuentran en su edad las restricciones que la sociedad usualmente les impone: ellos hacen chistes, se burlan de los demás y se aprovechan de su experiencia para conseguir lo que quieren. Y vaya, ¡qué refrescante resulta ver eso en el cine!
El cuento de las comadrejas es una cinta totalmente recomendable gracias a su elenco, el cual se encarga de llevar la historia un paso más adelante que el resto de las comedias que abundan en las carteleras de cine de cualquier país. El guión de la cinta no tiene miedo de arriesgarse, ser honesto y directo al presentar un conflicto que es irresistible de presenciar conforme se desarrolla. E incluso cuando se trata de una historia muy contenida y con pocas locaciones, El cuento de las comadrejas resulta universal por los temas que trata y con los cuales cualquier tipo de audiencia podrá identificarse, ya que estos no están restringidos a la edad de sus personajes.
En la cinta, Norberto y Martín se dedican a cazar comadrejas que se comen a las gallinas del corral y a las cuales califican como criaturas inofensivas a pesar de sus intenciones. Sin embargo, su actividad de caza siempre sobresalta a Mara, quien encuentra el ruido de los rifles bastante molesto. En la línea de este gag de la película, solo queda decir: ¡atrápenla en cines antes de que se escape!