Hay una hermosa conexión entre los deportes y la industria audiovisual. Aunque a veces parece que tienen públicos diferentes, la verdad es que algunas de las mejores historias del cine y la televisión se crearon gracias al deporte. Aquí haremos una investigación de por qué funcionan tan bien, cuáles son los mejores ejemplos, y cuándo la ficción y la realidad se mezclan.
El cine y la televisión han producido algunas de las figuras deportivas más recordadas de la historia, a pesar de que son todas ficticias:
- Rocky Balboa
- Jimmy Duggan
- Dottie Hinson
- Apollo Creed
- Jesus Shuttlesworth
- Billy Hoyle
- Maggie Fitzgerald
- Ivan Drago
- Daniel LaRusso
- Roy Hobbs
- Ricky Bobby
- Happy Gilmore
- Adam Banks
- Johnny Lawrence
- Benny “The Jet” Rodriguez
Por otro lado, también tenemos múltiples ejemplos de deportistas de la vida real que inspiraron historias audiovisuales:
- Muhammad Ali
- Niki Lauda
- OJ Simpson
- Michael Jordan
- LeBron James
- Jake La Motta
- Eric Liddell
- Harold Abrahams
- James J. Braddock
- Lou Gehrig
- Rocky Graziano
- James Hunt
- Jackie Robinson
- Tonya Harding
- Bruce Lee
Ya sean personajes ficticios o basados en la vida real, todas estas figuras protagonizaron películas que quedaron grabadas en nuestra memoria y la razón principal es la habilidad especial que tienen los deportes para crear momentos inolvidables en las vidas de las personas. Cuando esta capacidad se traslada al cine o a la televisión, es cuando ocurre la magia.
La pasión por el deporte es una de las pocas cosas que atraviesan el mundo entero. Ya sea fútbol, baloncesto, beisbol, boxeo, rugby, futbol americano, automovilismo, tenis, golf o cricket, todos los países tienen su deporte principal que crea héroes en cada una de sus culturas. Y la realidad es que, a pesar de que no seas fanático del juego en sí, hay nombres y momentos que siempre vas a recordar porque son parte de la memoria colectiva de un pueblo entero.
Hay momentos deportivos únicos que no se podrían haber creado en ninguna sala de escritores de Hollywood como los goles de Maradona a los ingleses en la Copa del Mundo, el récord de medallas de Phelps en los Juegos Olímpicos, el último tiro de Michael Jordan en Chicago, la remontada de Brady y los Patriots en el Superbowl LI, Holyfield vs Tyson, el triunfo de Senna en Mónaco 1988 y muchos más. No existe otra actividad en la sociedad que tenga la facilidad de producir situaciones épicas, casi milagrosas, por eso es que se fusiona tan bien con la ficción.
La ficción siempre busca crear un momento asombroso, casi increíble, que deje a todos los espectadores con la boca abierta y preguntándose “¿cómo puede ser eso posible?”, pero el deporte muchas veces genera esos momentos involuntariamente, así que uno no podría pensar en una combinación más perfecta. Sin embargo, esto en algunas ocasiones se convierte en un arma de doble filo, ya que transferir a la pantalla algo tan genuino no es nada fácil.
El drama y la tensión son dos de los condimentos principales de toda serie o película, pero cuando se trata de recrear un momento o una historia deportiva que ya tiene estos dos elementos, a veces los creadores audiovisuales caen en el error de querer hacerlo aún más épico, agregándole cosas innecesarias. Algo similar también pasa con ciertas figuras deportivas, las cuales son tan carismáticas y auténticas, que encontrar un actor o actriz que les haga justicia es un desafío casi imposible.
Encontrar el punto justo es complicado, pero cuando lo hacen tenemos como resultado películas y series épicas como Rocky (y Creed), Rush, Ali, Mighty Ducks, Raging Bull, Ted Lasso, Million Dollar Baby, Invictus, Karate Kid (y Cobra Kai), The Sandlot, Remember the Titans, The People v. O. J. Simpson, He Got Game, Space Jam, White Men Can’t Jump, Cars y I, Tonya, entre otras.
El cruce entre la ficción y la realidad puede ser difícil, pero hay un tipo de crossover que funciona bien en el 80% de los casos y son los documentales deportivos. La ventaja que tienen los documentales sobre la ficción es que deben estar conectados todo el tiempo a la realidad, no pueden tentarse inventando algo para crear más drama. Pueden elegir un momento, una narrativa o una figura épica del mundo del deporte y reconstruirla por completo a través de decenas de testimonios relacionados con ellas, permitiendo que nuevas generaciones entiendan la verdadera importancia de esta historia. Podría estar horas escribiendo ejemplos, pero en nuestro sitio tenemos tres artículos donde pueden encontrar recomendaciones exclusivas en Netflix, de otras plataformas y los títulos más infravalorados.
La industria audiovisual siempre se ha aprovechado de la conexión popular que tienen los héroes deportivos con el pueblo, siempre con el objetivo de atraer más ojos a sus proyectos. Pero al fin y al cabo, los deportes, el cine y la televisión son las tres formas de entretenimiento más populares, así que no es una sorpresa que mariden tan bien cuando logran juntarse.