Cuando hablamos de grandes amistades hollywoodenses es imposible dejar de lado la de los directores James Cameron y Guillermo del Toro. Sobre todo, por una desgracia que los unió aún más.
La amistad entre Cameron y del Toro comienza en 1992, cuando se conocieron en una barbacoa organizada por el actor Ron Perlman, con quien del Toro trabajó en su ópera prima, Cronos (1993).
Cameron, quien recién había terminado Terminator 2: Judgment Day, le dijo a del Toro que había escuchado que había hipotecado su casa y que lo estaba arriesgando todo por sacar adelante su película Cronos. Del Toro, le contestó que sí era verdad. Tras esto, Cameron le dijo, “eso no significa que vaya a funcionar”. Del Toro le dio la razón y fue cuando Cameron le preguntó cuándo podría verla. El cineasta mexicano le dijo que cuando estuviera lista. Y así fue como el futuro director de Titanic la vio y le “encantó”, según cuenta del Toro en el podcast Reel Blend.
Su amistad continuó. Del Toro reveló que incluso, al comienzo de su carrera, solía quedarse en casa de Cameron por meses. ¿Y qué era lo que hacían estas dos mentes brillantes cada noche? ¡Veían anime! Siendo Patlabor y Battle Angel, los que los influirían en futuros proyectos: Pacific Rim y Alita: Battle Angel (en la cual Cameron sirvió como productor).
Por eso, cuando el padre del Toro, Federico del Toro Torres, fue secuestrado en México en 1997, Cameron no dudó en ofrecerle su ayuda. Si bien se decía que fue él quien pagó el rescate de un millón de dólares, la verdad es que no es del todo cierto. Del Toro ha clarificado recientemente que Cameron solo “pagó por el negociador”, lo cual tampoco es poca cosa. “Fue una situación muy, muy angustiosa. Y él vino y se hizo cargo. Dijo: ‘El negociador de rehenes estará en su casa en 72 horas para ayudarles en el proceso’. Lo hizo por su cuenta. Y no se lo pedimos, se ofreció”, explicó del Toro.
Del Toro detalló que su amigo sí se ofreció a pagar por el rescate, pero que al final él y su familia lo hicieron. Poco después, pagaron a Cameron la suma prestada para el negociador. “Él es ese tipo de persona. Es increíblemente leal. Increíblemente fuerte”, agregó. Y afortunadamente, todo salió bien y el padre del Toro fue liberado tras 72 días de cautiverio. Eso sí, de los secuestradores y el dinero, nunca se supo nada.
¿Quién no quiere a un Cameron como su amigo? Y es que su amistad está lejos de terminar, pues ambos van a la sala de edición del otro, de acuerdo con del Toro. No por nada el cineasta mexicano dijo en su Twitter que al ver Avatar 2 “te das cuenta de cuánto tiempo hace que no ves una PELÍCULA-PELÍCULA (así, en mayúsculas)”.