El “enemigo” de la quinta temporada será un monstruo de tres cabezas

Ayer nos pusimos MUY felices cuando nos enteramos que la quinta temporada (¿y última?) de The Crown comenzará a rodarse en Julio de este 2021.

¿Es acaso The Crown la mejor serie de Netflix en la actualidad? Sí, sin dudas, y por eso es que nos pusimos a pensar en la línea de tiempo que ya abarcó y lo que abarcará en la próxima entrega. De esas meditaciones, cerramos en una afirmación un tanto polémica: La Reina y los suyos deberán enfrentarse a un “enemigo” de tres cabezas…

Como todos sabemos, la serie sigue el reinado de la Reina Isabel II, comenzando desde su ascenso al trono y años más tarde como monarca. A medida que avanzó, la trama presentó a propios y ajenos, destacándose el que más esperamos, sobre todo por su dramático final: la Princesa Diana, primera esposa del Príncipe Carlos. La cuarta temporada narra ese extraña relación desde noviazgo a través de la fascinación de los medios por ella hasta el comienzo del fin de su matrimonio.

El momento final de la temporada 4 fue una imagen persistente de la tristeza en el rostro de Diana, lo que indica que su historia seguirá siendo un gran foco de atención para la temporada que se avecina. Y es que el matrimonio terminará en la próxima entrega. Eso significa que se presentará la relación cada vez más hostil de Diana con La Corona y los medios, convirtiéndolos a ambos en los villanos obvios de la temporada 5. Entonces, y sumidos en nuestra premisa, ahí tenemos dos de los tres enemigos: la Reina y los medios. Haciendo foco en los medios, tenemos que que remarcar que estaban obsesionados con rastrear ferozmente cada movimiento de Diana. Incluso continuaron haciéndolo después de su divorcio de Carlos.

¿Y el tercero?

Por primera vez en la historia del programa, la protagonista y foco principal cambiará, y también jugará el rol de antagonista: de la Reina pasamos a Diana. Sí, claro, porque ella misma es un “enemigo”. Suena duro, pero si lo pensamos con detenimiento, tiene lógica. 

Si hubo alguien que sumergió a la monarquía en un balde de piedad y sociabilidad, esa fue la Reina Isabel II. Pero también hay que recalcar que se hizo cargo de su “puesto” muy joven y respetando, en lo posible, todo lo exigido a su investidura. Es cierto: fiel a lo que dijo Diana en la vida real, The Crown muestra que la princesa de Gales tenía poco apoyo de la monarquía. Como Charles estaba enamorado de su ahora esposa Camilla Parker-Bowles durante la totalidad de su tiempo con Diana, ella estaba atrapada en un matrimonio sin amor. The Crown ha demostrado en múltiples ocasiones que la familia real, especialmente la Reina, es conocida por su estoicismo, pero también por su compromiso con el linaje. Ella no es la culpable de lo sucedido con Diana, sino su hijo, Carlos. Y no es que la Reina no estaba preparada para brindarle a Diana el apoyo emocional que necesitaba: simplemente, dentro de su estructura, no debería haber pasado. Eso la aleja de su culpa, digamos, haciendo foco ya en la que parece víctima.

Lo sabemos: Diana se ha convertido en un personaje simpático tanto en la realidad como en el programa de Netflix. “La princesa del pueblo” tuvo su costado altruista, digamos, pero en la vida real fueron muchas de sus decisiones la que la llevaron a ese lugar, no en sus comienzos, claro, sino ya en pleno matrimonio.

Seguramente los espectadores estarán en contra de la Reina en su inevitable división, pero, sugerimos, repiensen la cuestión. No todo lo que brilla es oro.