En cine y series, la historia no solo la escriben los que ganan

Uno de los puntos fuertes de las producciones de época, más allá de sus hermosos vestuarios y escenarios, es que nos abren ventanas para observar periodos históricos que no vivimos.

Si bien es cierto que algunos momentos de la historia suelen ser más representados que otros (pensemos, por ejemplo, en la cantidad de películas que existen sobre la Segunda Guerra Mundial), últimamente, la apertura a la diversidad que la industria audiovisual está teniendo nos permite acercanos a momentos históricos desconocidos para la gran mayoría o que, al menos, nunca habían sido contados en cine y televisión. Hasta ahora.

Tomemos, por ejemplo, la serie de HBO del 2019, creada por Damon Lindelof y basada en el cómic de DC de Alan Moore, Watchmen. Watchmen ya había sido adaptado al formato audiovisual de manera bastante fidedigna por Zack Snyder en el filme del mismo nombre del 2009, por lo que, una década después, Lindelof tomó la decisión de revisitar la historia de Moore y utilizarla como “excusa” para mostrar un evento no muy conocido: la masacre de Tulsa. Este evento ocurrido en 1921 y también conocido como “la masacre de Greenwood” o “la masacre del Black Wall Street” fue calificado como el peor incidente de violencia racial en la historia de los Estados Unidos. En él, turbas de pobladores blancos racistas arrasaron con la que era la ciudad más próspera de pobladores negros. Se estima que pudieron haber hasta 300 muertos y 800 heridos, así como también un daño inmenso a la estructura edilicia de la ciudad que representó pérdidas inimaginables.

Este hecho, que fue silenciado durante décadas y borrado de los libros de historia, es el disparador que decide utilizar Damon Lindelof para contar una nueva historia dentro del universo de Watchmen. Es decir, Lindelof se sirve del género de época, mostrando un evento real del pasado, fusionándolo con el género de adaptaciones de cómics, para hablar de las divisiones raciales todavía presentes en Estados Unidos.

Esta incorporación no fue aceptada por todos, algunos de los fanáticos más puristas del cómic de Alan Moore no disfrutaron las modificaciones a la obra original, pero sin embargo Watchmen, esta serie del 2019, demostró su éxito: ganó el premio Emmy a Mejor Serie Limitada (así como también otros 11 de las 26 nominaciones que tenía).

Para observar tambien de forma realista las raíces del conflicto racial de Estados Unidos tenemos el filme de época 12 Años de escavitud.

Basado en las memorias de Solomon Northup, este filme no endulza la realidad de los esclavos negros en Estados Unidos. 12 Años de escavitud no solo ganó el premio de la Academia a mejor película, sino que también fue elogiada por historiadores por demostrar la cruda realidad de la época con precisión: violencia, abusos, familias desmembradas y más. La verdadera realidad de los esclavos quedó eternizada en este filme.

Incluso Marvel comenzó a indagar en eventos históricos más ocultos para realizar sus producciones. En la reciente Ms. Marvel, la serie que nos presenta a una heroína con raíces pakistaníes, el show se tomó el trabajo de mostrar el trauma de la partición de 1947 entre India y Pakistán al final de la colonización británica sobre India. Este evento que pocas veces se había visto en televisión y que está enraizado en el trauma generacional de muchos musulmanes, es parte de la historia de origen de Kamala Khan.

Sin embargo, si pensamos en historias oscuras, no podemos no mencionar el filme La Caída. Es cierto, al comenzar este artículo dije que, quizás, la Segunda Guerra Mundial era uno de los eventos históricos más retratados, pero nadie lo hizo como La Caída. La película del 2004 nos llevó a los últimos días de Adolf Hitler, un Hitler oculto y acorralado, más humano que nunca y más real que el gran villano histórico que todos conocemos.

Habiendo existido desde hace miles y miles de años, la humanidad tiene muchas historias para contar. La ampliación de voces, la pluradidad y el revisionismo histórico permiten que en la industria audiovisual, ahora más que nunca, las historias ya no las cuenten solo los que ganan o tienen el poder, sino todos.