Antes que nada necesito que hagas este ejercicio mental de visualización: piensa en el tamaño minúsculo que tiene la punta de carbonilla de uno de esos clásicos lápices que usas en la escuela. Ahora que ya lo tienes presente, estás en condiciones de apreciar estas obras de arte hechas con la ayuda de una pequeña navaja/cuchillo que son esculturas en miniatura de Game of Thrones.
Hay una sola condición, claro: NUNCA JAMÁS VOLVER A ESCRIBIR CON ELLOS. Nada más imagina todo el tiempo que le puede llevar a una persona hacer modelos a escala de detalles tan ínfimos como dientes o escamas, por mencionar dos ejemplos random. Personalmente, estas imágenes me han dejado boquiabierta; aplaudo de pie la capacidad de un ser humano de no dejar de sorprender a sus iguales.