La Casa de Papel es una serie que generó mucha polaridad entre quienes la vieron: hay gente que la ama y gente que la odia; pero no podemos negar, en ninguno de los casos, que llegó al público tanto español como internacional de una manera arrasadora. Se metió de lleno en la sociedad y tanto clases medias como bajas se sintieron sumamente identificadas con parte de la trama de la serie. Y es que El Profesor (Álvaro Morte) es un idealista, no solo en el aspecto social, también en lo intelectual y político.
Desde el primer momento el personaje plantea una serie de reglas que apuntan a una única consigna: que la población piense que ellos son los buenos “al estilo de Robin Hood” como dice, sin herir rehenes, sin robarle a nadie más que el estado español. “Pero mucho cuidado, que en el momento que haya una sola gota de sangre dejaremos de ser Robin Hood para convertirnos simplemente en unos hijos de puta” deja en claro desde el primer momento.
Y no podemos negar que logra su objetivo (más allá del robo): consiguió generar un paradigma social que hoy en día va más allá de la serie y llegó a todo su público porque ¿a quién no le gustaría tener su máscara de la casa de papel, o utilizarla junto al mono para el próximo Halloween? Sin mencionar toda la seguidilla de eventos temáticos relacionados con la serie. ¿Creen que es una coincidencia?
El Profesor habla poco sobre su origen pero deja visibles sus ideales claramente “bolcheviques” (por decirlo de alguna manera) cuando cuenta la historia de su padre y cómo murió. Pero no solo eso: ya de por sí el tema que canta junto a Berlín, el famoso Bella ciao, conmovió a todos los espectadores. No creo que haya alguien que no piense en ese momento como un ícono de revolución y lo haya tomado como propio… Y allí está la clave. Porque después de ver la serie, todos queremos ser Robin Hood.
El remate con la canción italiana utilizado durante La Resistencia no es casual, ni para la época que vivimos o el contexto sociopolítico en el que estamos viviendo.
En se sentido El Profesor también hace distinciones a conciencia y elige meticulosamente a quienes lo acompañarán para realizar su objetivo, porque a pesar del intento de la policía para desprestigiar a Berlín, todos sus compañeros de equipo tienen un prontuario relativamente limpio. Sí, limpio en el sentido de que ninguno tiene mayores cargos que robos, o narcotráfico… Ninguno posee un trasfondo que haga del personaje un ser odiable. Obviamente siempre tiene que haber un “malo” dentro de grupo y ese claramente es Berlín. Pero a pesar de eso, ¿alguien realmente lo termina odiando?
La Resistencia de El Profesor ha llegado tan lejos que la canción principal de la serie es cantada en lugares públicos de Brasil como protesta y en Argentina ya se utilizó para hacer un tema contra el gobierno de Mauricio Macri.
También vimos a lo largo de estos días, fiestas, eventos, charlas o espacios donde esta canción, así como las máscaras de los asaltantes, no dejaron de ser el centro de atención, y no es porque son la “imagen de la serie” sino porque, con sus anteojos y cara de inocente, El Profesor logró su objetivo: hacer que todo el mundo se identifique con ellos, superando el alcance de la ficción.