Eternals es un polémico portal a un nuevo universo de superhéroes más maduros, pero…

Eternals es un polémico portal a un nuevo universo de superhéroes más maduros, pero…
#Eternals era la oportunidad de llevar al MCU a otros niveles, con la inclusión de narrativas más adultas, personajes más humanos y héroes más profundos

Hoy ya se puede ver en salas de cine de todo el mundo Eternals, la nueva película de MARVEL que planea ser la punta de lanza de un nuevo comienzo, con más superhéroes e historias más maduras que contar. Para ello escogieron a Chloé Zhao, la directora  recién ganadora del Oscar que intentará traer una visión “mas artística” que permita avanzar hacia nuevas fronteras.

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Durante miles de años un grupo de superhéroes inmortales, conocidos como Los Eternos, han vivido en secreto entre los seres humanos protegiéndolos de Los Deviants, una raza de  monstruos también inmortales. Todos ellos obedecen a Los Celestiales, seres cósmicos superiores (dioses) con el poder de crear universos propios y que se encargan de vigilar su evolución. Estos seres encomiendan a Los Eternos, no interferir en los conflictos humanos, y dedicarse solo a acabar con Los Deviants.

El grupo de Los Eternos está conformado por 10 personajes: Sersi (Gemma Chan), que puede transmutar los objetos en diferentes elementos; Ikaris (Richard Madden), que prácticamente es una versión Marvel de Superman; Kingo (Kumail Nanjiani), que puede lanzar ráfagas de energía de sus manos; Sprite (Lia McHugh), que proyecta ilusiones; Phastos (Brian Tyree Henry), un inventor superhumano; Makkari (Lauren Ridloff), con supervelocidad; Druig (Barry Keoghan), que puede controlar la mente de los humanos; Gilgamesh (Don Lee) con super fuerza; Thena (Angelina Jolie), una poderosa guerrera que puede crear armas de la nada; la líder del grupo, Ajak (Salma Hayek), quien tiene poderes de curación y que además puede comunicarse directamente con Arishem, el líder de los celestiales, para ser la guía espiritual del grupo.

Ahora, después de miles de años de vivir en cierta paz, ya que pensaban que habían terminado con todos Los Deviants, el resurgimiento de los seres humanos post “blip” genera la energía suficiente, que sumado al calentamiento global hacen que los monstruos reaparezcan y pongan en peligro de nuevo a la raza humana.

Sersi e Ikaris recorrerán la Tierra buscando reunir al grupo de héroes, para acabar de nuevo con los monstruos y de paso detener la inminente destrucción del planeta. Los Eternos tendrán que decidir si cumplen con la misión que les fue encomendada hace miles de años o si defienden al planeta y todo lo que representa.

La elección de Chloé Zhao como la encargada de llevar esta importante historia a la pantalla fue aplaudida por muchos después de su excelente Nomadland. Ella imprime toda su estética distintiva logrando crear grandes frames llenos de hermosas composiciones visuales que gracias al ya conocido cinematógrafo Ben Davis se vuelven postales en movimiento aún cuando exista en el cuadro un celestial del tamaño de planetas. Combinando eso con la genial música de Ramin Djawadi, se logran épicos momentos que no se habían visto en algún otro capítulo del MCU.

Pero…

El problema radica en que en las casi 3 horas que dura la película podemos notar dos conceptualizaciones de la historia que no combinan para nada y se convierten como el agua y el aceite.

Durante la primera mitad estamos ante una cantidad inmensa de información que se combina con las cuestiones existenciales típicas de la directora. Vemos cómo un grupo de seres eternos e inmortales que ya han terminado con la labor de cuidar la Tierra se retiran a vivir con los humanos, cada uno de ellos con diferentes cuestiones existenciales que los lleva a actuar de una u otra manera. Por un lado está el claro ejemplo de Kingo quien decide convertirse en una estrella del cine de la India y permanecer en el estrellato por decenas de generaciones, y por el otro la velocista Makkari decide colecionar arte e irlo almacenando dentro de la nave. Así, cada uno de los 10 Eternos encara su eternidad de formas diferentes. Mediante flashbacks, vamos a la antigua Roma, la caída de Tenochtitlán, viajamos a las inmensidades del espacio, todo en un ir y venir que desconcierta y lo peor: aburre.

Aunque se intercalan momentos de acción, de misterio y emoción, Chloe quiere dejar muy claro que estos héroes son de diferente estirpe, y a pesar de que son muy antiguos, son tan humanos como nosotros (o hasta más), y es por eso que se vuelve fundamental presentarlos teniendo relaciones sexuales (primera vez en una película de Marvel/Disney) y hasta besándose entre parejas del mismo sexo. Todo este concepto queda presentado a medias y no deja de sentirse forzado.  Lo que en principio era una cuestión filosófica, se vuelve una historia  pretensiosa y aburrida.

Chloe batalla para presentar a tantos personajes nuevos al mismo tiempo, sus dudas existenciales y la aparición de los villanos, haciendo que la parte más propositiva pase a un segundo plano.

La otra parte de la película, y se logra salvar, es cuando llega la acción, el enfrentamiento del tercer acto, cuando Los Eternos se disponen a pelear contra Los Deviants, Los Celestiales y hasta contra ellos mismos. Es  Marvel siendo Marvel y se logra una épica batalla llena de momentos emocionantes y cliffhangers que se alargan hasta las dos escenas pos-créditos. 

Marvel trató de reproducir lo hecho en Wandavision, serie en la que los primeros episodios eran desconcertantes pero al final apuntaban a una dirección en la que todo cuajaba y telegrafiaban un gran cambio en  todo el universo de los superhéroes. Aquí la primera mitad desconcierta y aburre, ya para la llegada de la conclusión, el público esta tan cansado que ya le da igual como acabe la historia.

En resumen

Eternals era la oportunidad de llevar al MCU a otros niveles, con la inclusión de narrativas más adultas, personajes más humanos y héroes más profundos. Sin embargo, tanta ambición los acaba traicionando y termina siendo una película desigual con momentos aburridos, pretensiosos y forzados. Chloé Zhao, a pesar de todo, logra episodios muy bellos en locaciones reales, alejadas del típico CGI que abunda en estas cintas, y en algunos momentos logra conectar con sus temas más existenciales. Sin embargo, Eternals no deja de ser una película mediocre: grandes efectos visuales pero una pobre construcción de personajes, pretensiosa en sus objetivos pero pésimamente desarrollados. Inclusiva pero se ve sumamente forzada.

Eternals falla en todos los intentos por ser “más madura” e irónicamente solo da en el blanco cuando se dedica a hacer eso que precisamente quería cambiar: ser una simple película de superhéroes. 

Sergio Paz
Sergio Paz

Escritor, diseñador y editor. Con más de 10 años trabajando en los medios, combina su pasión por escribir acerca del Cine y la TV con la de hacer memes de los temas del momento. Aunque es un estudioso del cine, no es un snob oblicuo de nariz respingada. Si quieres ir con alguien al cine que te ignore durante toda la película, es tu hombre.

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