Falsa Influencer construye una dura e interesante crítica a la actualidad
¿Hasta dónde llegarías por ser notablemente visto, tomado en cuenta o famoso? En los últimos años hemos sido testigos de cómo una nueva forma de celebridad ha nacido para quedarse por un muy buen tiempo, probablemente para siempre: los influencers. Seres que no son actores, tampoco cantantes, ni mucho menos compositores pero que se destacan por alguna otra actividad en particular: algunos reseñan libros, otros filman tutoriales de comida y muchos también se destacan por hacer tonterías que se consideran entretenidas.
Antes de todo esto los famosos eran esos actores, músicos, escritores que creíamos inalcanzables al verlos del otro lado de la pantalla. Las películas, la televisión, la radio y la literatura nos ponían a estos modelos a seguir que idealizábamos la mayoría del tiempo. Se soñaba con publicar un libro, dirigir o actuar en una película, con formar una banda de rock, o bien también imponer una nueva forma estilística en la pintura o en la danza. Actualmente, con esta nueva cultura influencer, solo se sueña con ser visto a costa de lo que sea, incluso de hacer bromas pesadas o poner en riesgo la vida o la reputación personal.
Not Okay (Falsa Influencer) relata la historia de Danni (Zoey Deutch), fotógrafa dentro de una publicación web relevante en muchos temas actuales. Ella se siente insatisfecha con su cero popularidad en redes sociales y piensa que por esto es invisible para los demás. Es rechazada por la editora de la revista para escribir un artículo de un tema que ella considera relevante pero que no lo es para el resto. Danni se siente rodeada de gente a la que ella aspira ser, no por lo que hacen, sino por lo que sus likes en Instagram, Facebook y Twitter representan. Un día, para lograr ser relevante ante los demás, se ausenta del trabajo con el pretexto de viajar a París a un retiro de escritores y armar todo un montaje de fotos manipuladas de una estancia inexistente en el extranjero, donde casualmente, pero por accidente, sucede un atentado terrorista minutos después de ella publicar una foto en el mismo lugar. Esto la lleva a sostener una mentira, que de aceptarla, la dejaría ver como mentirosa para siempre o mantenerla al ver que esto le produce la relevancia que siempre ha soñado.
Not Okay (Falsa Influencer) ha sido una película que me ha costado terminar de ver, no por ser mala, sino por tener a una de las protagonistas más odiosas que he visto. De hecho la cinta hace una advertencia antes de comenzar: lo que estás apunto de ver es sumamente irritante e insoportable… y sí, lo es.
Zoey Deutch logra un personaje por el cual puedes sentir demasiada empatía por diversos motivos: su soledad, su hambre enferma de notoriedad y narcisismo irritante, pero también por lo que hay detrás de todo eso que es solamente la punta del iceberg del verdadero problema de inseguridad que da como resultado todas estas actitudes dañinas para ella y los que la rodean. Ahora bien, este discurso tiene dos vertientes: la personalidad insoportable de Danni y la sociedad tan banal en la que nos hemos convertido dando importancia a un tema de vidas virtuales donde casi nada es verdad.
Aunque el personaje tiene un perfil cuestionable que se crítica y se pone en tela de juicio, también lo es el contexto social, muy parecido al de nosotros, que se trata de estudiar al ser un detonante circunstancial de la desgracia social que después alcanza a Danni al ser descubierta en su mentira. La película pone sobre la balanza la farsa que la protagonista arma para lograr sus objetivos, pero también el constante empujón social que esta sufre para hacerlo.
¿Qué nos lleva a relegar o minimizar a alguien en base a sus redes sociales? ¿Cómo y cuándo los likes se volvieron tan relevantes al grado de considerar a una persona “notable” o no? ¿No es solo el hecho de ser humano lo que nos debería de hacer importantes para la otra persona y no solamente una apariencia virtual o física? Este tema ya lo habíamos visto en un capitulo de Black Mirror con Bryce Dallas Howard, en el que una mujer joven se ve envuelta en una espiral de hambre por popularidad dentro de una sociedad que da una calificación por todo y de eso depende hasta el crédito de vivienda que quiere obtener o el trabajo al que aspira. En ese momento esa distopía futurística me parecía lejana pero también aterradora, no obstante la estamos viviendo y alimentando cada día haciendo famosos a personajes cuestionables en las redes sociales y calificando como aceptables acciones reprobables o viceversa.
El estudio de situación que Not Okay (Falsa Influencer) plasma va más allá de un personaje irritable: pone al espectador en un contexto cercano a su realidad con un personaje central que podría ser él o ella misma. También pone el tema sobre la mesa acerca de la validación que otorgan las redes sociales y cómo estas van marcando lo que es real o no en nuestras vidas, como si estas fueran el testigo fehaciente que logre dar el definitivo “sí” que legitime nuestra existencia e importancia dentro de nuestro circulo social. Danni probablemente nunca viajó a París, sin embargo, en el supuesto de que su mentira no hubiera sido descubierta, esta ratificación virtual basada en likes sobre su viaje la haría real para los demás y en algún punto un tanto enfermo, también para ella. Es aquí donde radica lo más importante de la cinta: no dar importancia a lo que no la tiene y comencemos a valorar a las personas por lo que son en su vida real, no en esas proyecciones virtuales manipuladas para lucir siempre bien y felices.
Not Okay (Falsa Influencer) ya esta disponible en Star+.