Fascismo y nazismo: ¿cómo ve el cine a los dos grandes monstruos de la historia de la humanidad?
Es muy común que el fascismo y el nazismo sean considerados lo mismo, y si bien comparten ciertos aspectos ideológicos, nacieron en etapas distintas: el fascismo surgió Italia en la década de 1920, teniendo a Benito Mussolini como líder, y en Alemania, para la década de 1930, comenzó a escalar el nazismo llevando a Hitler al poder.
Se considera que el nazismo es una forma ampliada del fascismo porque promovió una cuestión de persecución con respecto a la raza y a la religión principalmente ya que el fascismo se centraba en perseguir a aquellos que ideológicamente optaban ideologías contrarias. No importa: ambos regímenes totalitarios eran durísimos contra sus “enemigos”. Pero hay algo más en lo que coinciden: en lo artístico. Ambos utilizaron el cine en su propio beneficio para lograr posicionarse dentro de sus propios países y así mantener sus ideales. Pero, siempre que hay una de cal hay una de arena: la industria cinematográfica post guerra también habló.
La Caida (2004). Fuente: Constantin Film.
Primero debemos mencionar la película Daleká cesta de 1949 fue la primera película en retratar los horrores nazis. Es más: fue prohibida durante décadas. Ella fue el puntapié para que cada vez sean más las producciones que comenzarán a retirar parte de la historia. Cuando pensamos en películas sobre el nazismo inmediatamente se nos vienen a la mente Schindler’s List (1993), The Pianist (2002), Der Untergang (2004) y The Boy in the Striped Pyjamas (2008). Incluso hay producciones más actuales como la serie Hunters (2020) de Prime Video que toma la Operación Paperclip, donde muchos nazis fueron aceptados en Estados Unidos, como disparador de su trama.
Sin embargo, Hollywood es amplio, y por eso “deja” que el foco esté centrado en lo que significó el nazismo y la Segunda Guerra Mundial para el mundo todo y no solamente para los aliados. Un claro ejemplo es La vita è bella (1997), producción italiana que además se llevó un Oscar a Mejor película extranjera. La cinta comienza mostrando el cambio de régimen dentro de Italia y termina profundizando sobre la invasión nazi y lo que sucedía en los campos de concentración. Quienes vimos la película seguimos sufriendo al recordar ciertas escenas. También cabe mencionar otra película italiana de 1977, Una giornata particolare, protagonizada por iconos del país como Marcello Mastroianni y Sophia Loren en una Italia que habría abierto sus puertas en la visita de Hitler a Mussolini.
La Lista de Schindler (1993). Fuente: Universal Pictures.
Si solamente nos centramos a la Italia de Mussolini, tenemos producciones más variadas y quizás algunas que no hayan llegado a ser tan masivas como quizás sí las grandes producciones de Hollywood. Ejemplo de esto es por ejemplo Porco Rosso (1992), producción de Studio Ghibli cuyo protagonista de su historia es un piloto de la Italia fascista al cual le cae, por decir de alguna forma, una maldición.
Otra película emblemática sobre el fascismo es D’Amore ed’Anarchia (1973), en la que parte de la trama se centra en querer asesinar a Mussolini. Esta cinta hizo que Giancarlo Giannini se llevará la Palma de Oro por Mmejor actuación masculina. También tenemos la película Tea with Mussolini (1999), una comedia dramática que cuenta con Cher entre su reparto. No podemos olvidarnos de Vincere de 2009, biopic del dictador Mussolini.
Vincere (2009). Fuente: Rai Cinema/ Ministerio de Bienes y de las Actividades Culturales y del Turismo/ Instituto Luce.
Innegable es el hecho de que ambos regímenes totalitarios han demostrado las facetas más oscuras de la humanidad; los momentos más oscuros de la historia moderna están ligados a ellos. La reflexión que nos queda ante cómo son abordados por el cine quizás está ligada a que el hecho de darle una mayor visibilidad al Holocausto, a sus sobrevivientes, a las aberraciones que realizaba el nazismo e incluso a esos héroes que ayudaron a muchos a escapar y poder salvarse, es necesario para lograr que no exista nueva generación que desconozca esta faceta tan oscura. Porque, al final de cuentas, el que no conoce la historia está destinado a repetirla.
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