Un final de temporada conmovedor e inesperado para la serie española

El pasado 6 de noviembre llegó a la pantalla de HBO Latinoamérica Foodie Love, una serie española estrenada en el 2019 en su país de origen, creada por Isabel Coixet, que ponía la mirada en las relaciones de pareja a través de un hombre y una mujer que se conocen mediante una aplicación de citas especialmente diseñada para “foodies“, es decir, los amantes de la comida.

Luego de ocho episodios, la serie finalizó su primera temporada con un episodio maravilloso y conmovedor que nos deja con ganas de mucho más.

Como decíamos, Foodie Love explora los vínculos de pareja a través de “Ella” y “Él“, interpretados por Laia Costa y Guillermo Pfening. Estos dos personajes inician la historia del show con su primera cita, en un café, y luego, episodio tras episodio, los iremos siguiendo por nuevos encuentros, en nuevos destinos gastronómicos, dentro y fuera de España, mientras su relación progresa.

La serie de Coixet logra, en sus ocho episodios, mostrar el costado más sensual de la comida con platos exquisitos, para chuparse los dedos, algunos exclusivos y carísimos, otros sencillos y caseros, mientras que Costa y Pfening nos venden la química entre sus personajes pero también sus miedos, sus inseguridades y sus desencuentros. Todo esto acompañado por historias que van por la tangente, momentáneas, que aparecen para mostrarnos otras caras del amor y de la vida.

En el episodio final, titulado “Una ofrenda de tabaco, cerveza y chocolate“, la historia pasada de Ella por fin queda al descubierto. Como espectadores, siempre sospechamos que el personaje de Laia Costa escondía algo, o protegía heridas de vínculos pasados, pero creo que ninguno se pudo imaginar lo que le había sucedido. Sabíamos que había estado cerca de casarse en Japón y que algo de lo que allí pasó y dejó trunco ese casamiento la había marcado para siempre. La historia del personaje de Costa se mezcla con el acontecimiento histórico verídico del terremoto sucedido en Japón en el 2011, que arrasó por completo la vida de esta mujer y la dejó con un duelo a cuestas que, hasta este episodio final, no había podido procesar.

Es muy interesante la incorporación de este hecho histórico en la serie, que, en líneas generales, aunque exquisita gracias a su sensualidad y la química entre los personajes, se había mantenido bastante liviana. El impacto de semejante tragedia es brutal y por fin nos lleva a comprender profundamente a uno de sus personajes, a Ella, el porqué de cada una de sus idas y vueltas, esa necesidad de disfrutar cada minuto y no perder el tiempo discutiendo tonterías, esa sensibilidad y temor ocultos.

Sin embargo, el otro efecto que tiene este tremendo episodio (quizás el mejor de la temporada), es que nos deja con ganas de saber más de Él. ¿Quién es el personaje de Guillermo Pfening? ¿Qué historias pasadas carga? Lo hemos visto obsesionarse con detalles irrisorios, enojarse rápido, dudar de cada palabra que sale de su propia boca. ¿Por qué? ¿Qué le pasó en sus experiencias anteriores para ser así? La capacidad de Coixet de mostrar una historia tan conmovedora como la de Ella nos hace desear que nos cuente también la de Él. ¿Acaso el vínculo no está compuesto por dos personas?

Por ahora, Foodie Love no cuenta con una confirmación para una segunda temporada, aunque nos gustaría. La serie logró aproximarse a algo tan trillado como una historia de amor de una forma original, llena de sensualidad y deseo, para conmovernos con un final de temporada doloroso y bello. Coixet habló de su deseo de ampliar esta historia, tal vez cambiándole algunos condimentos, pero manteniendo a Laia Costa y a Guillermo Pfening como parte del elenco regular del show. ¿Tendremos más de estos personajes? Esperamos que sí, pero, de todos modos, su historia parece haber encontrado, de algún modo, un fin.