A pocos meses del final de Game of Thrones, todos comenzamos a apostar quién será finalmente el o la que termine sentado en el trono.
Daenerys parece una opción muy fuerte para muchos, aunque la competencia es feroz. ¿Será el mismísimo Jon Snow quien se lo arrebate? ¿O Dany no podrá contra la opulencia de los Lannister?
Más allá de todo eso, aquí te damos cinco razones por las que nuestra Khaleesi se merece ser la reina.
Podrán decirme que Jon Snow también lo es, pero definitivamente no está tan identificado con toda la simbología y la tradición Targaryen como Daenerys. Como buena Targaryen, Dany ha demostrado ser inmune al fuego, tiene el cabello platinado y crió tres dragones.
Desde su más tierna edad, Daenerys ha estado huyendo. Primero, por todo lo que sucedió con su padre y con la rebelión de Robert Baratheon y, luego, porque junto a su hermano, deambularon por los pueblos libres para conseguir aliados para recuperar el trono.
Daenerys fue entregada por su propio hermano para casarse con Kahl Drogo, a pesar de la fama de salvajes de los Dothraki, sólo porque Viserys necesitaba un ejército.
La pobre chica ha sobrevivido a todo lo que el destino le arrojó. Sin duda, eso le da el temple para ser la reina.
Desde que abandonó Rocadragón, Daenerys no ha intentado otra cosa que regresar a casa. Es el único personaje que se ha movilizado TANTO dentro de la serie para alcanzar el trono. ¿Acaso ese esfuerzo no cuenta?
No por nada la llaman “rompedora de cadenas”. Daenerys, en su cruzada por retornar a su tierra, ha ido liberando pueblos. Fiel opositora de la esclavitud, ha tomado venganza contra todos aquellos que abusan de los más débiles. Su pasión por ver un mundo más justo ha llegado tan lejos que hasta convenció a los Greyjoy de convertirse en algo más que saqueadores.
¿Quién no quiere verla sentada en el Trono de Hierro con un dragón a cada lado? Creo que debe estar entre las fantasías más recurrentes de todo fanático de Game of Thrones. Cuando todos los otros candidatos tengan criaturas mitológicas como ella, recién ahí pueden aspirar al trono.
Una incisiva crítica al autoritarismo religioso moralmente cuestionable de la Iglesia Católica.
Gore extremo + comedia = Abigail.
Mstyslav Chernov plasma un cuadro realista e impresionista del sufrimiento humano más doloroso.
