El único misterio a resolver sobre la gigantesca criatura es su género

Ya conocemos su origen, ya sabemos su altura, ya tenemos claro cuál es su cometido, pero ¿cuál es el género de Gojira / Godzilla? El misterio a develar.

El hecho de que cada película de Godzilla de habla inglesa se haya referido al reptil gigante como un “él” también es un indicio de asumir su masculinidad. Pensemos entonces. La secuela de Godzilla de 2014 de Gareth Edwards incluso recibió el subtítulo King of the Monsters con inflexión de género. Pero todavía hay cierta confusión en torno al género de la criatura, que se remonta a la franquicia original de Toho. Las películas japonesas siempre se abstuvieron de usar pronombres masculinos y en su lugar eligieron referirse al monstruo usando el pronombre de género neutro “eso”. Luego, en el Hijo de Godzilla de 1967, se presentó la cría del monstruo, Minya, lo que llevó a muchos a especular que Godzilla debía ser una mujer.

Las cosas se complicaron aún más con la versión de Roland Emmerich de 1998 protagonizada por Matthew Broderick, la cual presenta una versión muy bastarda de la criatura que también puso huevos. Sin embargo, los personajes pronto concluyen que Godzilla se reproduce asexualmente, como lo hacen algunas especies de lagartos. En el comentario de audio del DVD de la película, el artista de efectos especiales Patrick Tatopolous afirmó que esculpieron los genitales femeninos en Godzilla, pero aún así se refirió a la criatura como un “él”.

A pesar de que hay evidencia más que suficiente para sugerir que Godzilla es mujer, o quizás hermafrodita, las películas en inglés lo han etiquetado consistentemente como masculino, presumiblemente porque la idea de una criatura gigante y divina que causa estragos en una ciudad debe ser masculina, como sea.

En 1954, el propósito del Gojira original era comunicar una sensación de paranoia nuclear tras los bombardeos atómicos en Hiroshima y Nagasaki. El público adulto se enfrentó a imágenes perturbadoras de edificios en llamas, hospitales desbordados y personas que sufrían enfermedades por radiación. Es revelador que, en versiones estadounidenses posteriores, los cineastas hayan percibido automáticamente que tal amenaza proviene de una criatura masculina, quizás porque ayuda a demonizarla.

¿Es esta suposición predeterminada de género simplemente sexismo? En adaptaciones más recientes, Godzilla ha llegado a representar la lucha de la madre naturaleza contra la influencia destructiva del ser humano, un ser divino que restaura el equilibrio natural del mundo después de haber sido manchado por la contaminación nuclear. Y en un sentido literal, el gigante protege a la humanidad de todo tipo de bestias pero aplasta accidentalmente a algunos de ellos en el proceso.

😛

Volviendo a Edwards, su película se centró en gran medida en el hombre contra la naturaleza. Y Godzilla: King of the Monsters, la última entrega sobre esta radiactiva criatura de 2019, continúa con ese tema. No lo decimos nosotros, lo dijo la mismísima Vera Farmiga, protagonista, afirmando que es “una película sobre salvar el medio ambiente”.

Para un éxito de taquilla con ideales tan elevados, donde el género de Godzilla no juega un papel esencial en la historia, tiene tanto sentido que siga siendo ambiguo, al igual que lo hizo en Shin Godzilla de Toho de 2016. Esa película presenta una criatura que evolucionó ante nuestros ojos, adaptándose a su entorno y enemigos para convertirse en un organismo definitivo e indestructible, que trascendió las restricciones innecesarias del género.

Las numerosas contradicciones entre las películas de Godzilla japonesas y estadounidenses sugieren que nunca tendremos una respuesta definitiva sobre el género de la criatura. Incluso Haruou Nakajima, el hombre que originalmente se puso el traje de goma y pisoteó una ciudad en miniatura, no tenía ni idea de si era hombre o mujer. Pero al menos desde la perspectiva de los civiles aterrorizados, eso significa que nunca tendrán el horror adicional de mirar el órgano sexual de un lagarto enorme…