GLOW fue una de las víctimas de la pandemia en Hollywood. Aquella genial comedia de Netflix pasó tres célebres temporadas y se renovó por una cuarta para concluir su historia, pero la cuarentena (y el servicio más grande de streaming) la hicieron fallecer, dejándola sin conclusión, generando un vacío no solo en la trama sino también para los espectadores.
Ese conjunto de texturas tan ricas debía tener una revancha, y con A League of Their Own de Prime la encontró. Sí, no te equivocas al pensar que A League of Their Own hace eco de la película de 1992 coprotagonizada por Madonna, pero tiene su propia estructura, y allí es donde entra GLOW.
Las similitudes son lo suficientemente claras: una pequeña trivia deportiva, adaptada a un espectáculo que refracta los estándares modernos de representación a través de buenísimos detalles de época. también por el lado de los personajes se parece ya que el elenco es muy variado. Algunas jugadoras son judías, otras latinas y, por supuesto, hay mujeres de color.
Esta inclinación inclusiva es el argumento del renacimiento para su propia existencia: permite un alcance más amplio que el largometraje no pudo, o no quiso, proporcionar. Pero A League of Their Own se aleja de GLOW porque parece quedar atrapada entre la reverencia y la reinvención. La empatía y la diversidad de GLOW no se sentían esforzadas.
Por el lado positivo, A League of Their Own se involucra en un revisionismo agudo, incluso cuando trabaja para retener el tono optimista e inspirador del material original, permitiendo que sus personajes obtengan lo que quieren. La autonomía del grupo actoral es MUY grande.
A League of Their Own es muy fiel GLOW. El conjunto de mujeres ya dejaron de ser raros en la TV como solían ser.
