Desde que se estrenó en 2005, Grey’s Anatomy fue posicionándose como una de las grandes series feministas del último tiempo. ¿Por qué afirmamos esto? Primero porque fue creada por Shonda Rhimes, una de las mujeres más exitosas en la industria televisiva. Y no solo eso desde el lado de la producción: Krista Vernoff fue la escritora principal durante las primeras siete temporadas y en la actualidad es la showrunner; otro icono de la industria como Debbie Allen forma parte; incluso Ellen Pompeo está en la carrera productiva.
¿Es acaso Grey’s Anatomy la producción feminista por excelencia?
Si bien con estos datos podemos considerar la serie como una producción feminista, y si bien su trama desde un primer momento se metió en tópicos que fueron, se podría decir, disruptivos, debemos recalcar que el camino no fue tan fácil y que la serie tuvo sus problemas puertas adentro…
El primero fue la cuestión de sueldos. Es de público conocimiento que Ellen Pompeo cobraba menos que Patrick Dempsey, y la producción hizo oídos sordos durante algún tiempo hasta que Ellen pasó a poder mejorar su salario.
Otro tema complicado fue cuando hace un tiempo el actor Isaiah Washington (recordemos que en su momento también fue despedido por comentarios homofóbicos a T. R. Knight) declaró que Ellen Pompeo habría recibido dinero para no hablar de lo tormentoso que fue Patrick Dempsey como coprotagonista. Ni la actriz ni la producción se hicieron eco de esto.
Más allá de estos conflictos en cuanto a cuestiones de género que nombramos, no debemos invalidar el recorrido que la serie viene realizando hace 18 temporadas.
Viajemos a su comienzo. Ya en la primera temporada comenzó a romper múltiples estereotipos raciales y de género, no solo teniendo personajes con estas características: las mujeres obtenían las jefaturas teniendo altos cargos de poder, como Miranda Bailey, siendo jefa del hospital, la primera en ese trabajo.
Otro gran punto es el caso del conflicto del trío amoroso principal Meredith–Derek–Addison. Nunca vimos “una batalla” al mejor estilo culebrón entre las mujeres, sino que siempre fue Derek el señalado como culpable y el encargado de decidir qué querer hacer en su vida. Addison y Meredith trabajaban juntas y en esta última temporada las vimos reunirse nuevamente.
Otro gran tópico es el de la maternidad. La decisión de Cristina Yang de no continuar su embarazo, o las que decidieron ser madre y hablar de cómo se logra seguir siendo exitosa en la profesión y a la vez maternar, son casos casi únicos en la televisión. El caso con Teddy Altman es paradigmático: luego de tener a su hija necesitaba seguir trabajando, y fue Owen quien tomó más responsabilidades en la crianza. O incluso vemos en la actualidad cómo Owen y Teddy crían a Leo lejos del binarismo de género. Y es que Grey’s Anatomy siempre fue una de las grandes pantallas para las diversidades teniendo múltiples personajes, y no necesariamente secundarios, pertenecientes al colectivo LGBTQ+.
Grey’s Anatomy no teme a meterse en las cuestiones más crudas como la violencia hacia la mujer. Desde la primera temporada se han visto casos, pero el más emblemático es el del episodio Silent All These Years (S15E19), una clase magistral de cómo deberían abordarse institucionalmente los casos de ataques sexuales.
Sobre el pagar para silenciar,Grey’s Anatomy lo abordó en su trama a través de lo sucedido con Harper Avery. Recordemos que era una eminencia de la medicina; después de su muerte a salir a la luz situaciones de abuso. La serie mostró la forma en que se deberían hacer las cosas: no limitar a las denunciantes sino hacerse cargo e intentar ayudar a que el mundo sea un lugar mejor.
Por último, debemos hacer mención a las corporalidades. Si bien dentro de su staff la gran parte de protagonistas son hegemónicos, también tenemos muchos personajes no responden a eso permitiendo que también haya una mayor diversidad. Sucede lo mismo con la cuestión etaria: la vejez no es el fin de nada sino una nueva etapa a explorar.
Grey’s Anatomy se destaca por muchas variables y es por eso que, a pesar de algunos conflictos de puertas adentro, siempre en sus historias trata de mostrar la equidad y cómo el mundo es más difícil, no solo para las mujeres, sino también para las disidencias.
¡LARGA VIDA A GREY’S!
🙂
