Siguiendo con la celebración de los 18 años desde el estreno de la primera película, ahora es turno de los hechizos. Quizás una de las cosas más atractivas de la saga es ver cómo cada uno de los magos arreglan cualquier cosa con magia, desde preparar la cena hasta una pelea.
Aquí nos ocuparemos de los más letales, aquellos que solo se utilizaron en una situación de emergencia y que fueron terriblemente efectivos.
Cuando Dolores Umbridge rompe una pared en la Sala de los Menesteres para interrumpir las sesiones secretas de entrenamiento de sus estudiantes, lo hace de una manera fantástica. Es un tanto sorprendente que este no califique como imperdonable.
Esa es una habitación mágicamente concebida para no ser encontrada o penetrada, así que este no es un simple truco de mago. Piensen en lo que tal fuerza podría hacerle a un cuerpo. De hecho Harry logra esquivar la maldición, pero una mesa detrás de él explota y la fuerza lo derriba contra una pared. Si lo hubiera golpeado a él, o a cualquiera, habría volado en 1000 pedazos.
Es un hecho bien conocido, no solo en el Mundo Mágico, que el fuego es peligroso. Así que imaginen un hechizo capaz de conjurar una tormenta de llamas que puede quemar cualquier cosa.
Solo aparece una vez, pero en realidad amplifica su impacto. Cuando Dumbledore lanza el encantamiento cuando ha sido debilitado por la misteriosa bebida tóxica de Voldemort, o sea que la ferocidad de la tormenta sería mucho mayor si él estuviera sano.
Siguiendo con el fuego, la más notoria de todas las maldiciones de fuego en el mundo de Harry Potter es, sin duda, Fiendfyre. Es el único hechizo en todas las películas que parece estar fuera de control, lo que lo convierte en uno de los más peligrosos y menos aconsejables de usar.
No hay duda de la efectividad del mismo. No solo es lo suficientemente poderoso como para destruir un Horrocrux, sino que el fuego maldito también es capaz de realizar asar personas vivas.
Es un truco reservado solo para los magos más hábiles y tiene la particularidad de que parece tener vida propia.
El inventor del hechizo es Severus Snape, por lo cual eso ya dice mucho. Es concebido como un medio para defenderse de los matones y una forma brutal para incapacitar a su objetivo.
No se trata de una muerte instantánea, la maldición en cambio lacera a la víctima y la hemorragia. Pero es tan poderoso que hace que la herida sea casi imposible de curar por medios mágicos.
La maldición asesina es la más imperdonable, una medida extrema y, aunque Harry sobrevivió, su potencia no tiene rival. Cualquier cosa que cause la muerte instantánea inevitablemente recoge ese tipo de reputación.
Tal es su ferocidad que el hechizo mata a magos tan poderosos como Sirius Black, Albus Dumbledore y los dos padres de Harry y tiende a usarse en momentos dramáticos, como la muerte de Hedwig y Frank Bryce.
Una incisiva crítica al autoritarismo religioso moralmente cuestionable de la Iglesia Católica.
Gore extremo + comedia = Abigail.
Mstyslav Chernov plasma un cuadro realista e impresionista del sufrimiento humano más doloroso.
