Las míticas criaturas de esta maravillosa animación

El mundo de Hilda, la animación de Netflix basada en la novela gráfica de Luke Pearson, está plagado de criaturas mágicas. La pequeña niña de pelo azul entablará todo tipo de relaciones con ellas, demostrando no solo su capacidad para hacer amigos, sino también su valentía.

Repasemos juntos las criaturas con las que Hilda se encuentra.

¡La criatura más temida por todos en el mundo de Hilda! La mitología cuenta que, mientras les dé el sol, serán de piedra, pero una vez que este se oculte, cobrarán vida y arrasarán con todo. Sin embargo, gracias a nuestra protagonista, descubriremos que no son tan feroces y despiadados.

Los elfos del mundo de Hilda también son llamados “las personas ocultas”, porque, a menos que se firme un contrato, permanecen invisibles al ojo humano. ¡Incluso firmando son difíciles de ver, ya que su tamaño es diminuto!

Hilda tiene varios encuentros con los gigantes, descubriendo que hay de distintos sexos y tamaños. Estos gigantes, que pueden ser confundidos con montañas, alguna vez reinaron en el mundo, hasta que los humanos los desplazaron.

Este hombre hecho de madera es muy misterioso y suele aparecerse en la casa de Hilda y su madre sin golpear, pero, a pesar de ser un poco maleducado, también les trae leña para su hogar. Es sabio y suele guiar a Hilda en los momentos en los que lo necesita. 

Este pájaro, que es rescatado por Hilda cuando pierda la memoria, resulta ser un pájaro de trueno, aunque la gente de Trolberg lo considera un cuervo de buenos augurios. Termina asociándose a Hilda en muchas de sus aventuras. 

Representadas como adolescentes antipáticas, las marras son espíritus capaces de tornar los sueños de quien quieren en pesadillas. Son bastante malvadas, pero también sufren sus buenos sustos.

Estas criaturas están más cerca de ser plantas que criaturas. Suelen dormir profundamente bajo tierra, pero una vez al año se acercan a la superficie para recibir los rayos del sol. Además, tienen un olor bastante particular, similar al de las cebollas.

Estos ratoncitos de apariencia adorable que, mediante un hechizo, ayudan a mejorar la suerte de las personas, pueden terminar convirtiéndose en una pesadilla si no se revierte dicho hechizo antes de los treinta días: ¡devorarán el alma del portador!

Como en todas las mitologías, los fantasmas son los espíritus de personas ya fallecidas. En Hilda, sin embargo, pueden ser muy amables y ordenar tu habitación por el solo placer de leer un libro u organizar torneos de lucha libre en el cementerio. 

¡Una de las criaturas más espeluznantes del mundo de Hilda! El Rey Rata es una entidad compuesta de muchas ratas que se mueven, piensan y hablan como una sola y se alimentan de los secretos de la gente de Trolberg.

Estre dragón antisocial vive apartado del mundo y es fanático de las plantas. En soledad, cultiva un jardín bellísimo. Su aliento es lo único capaz de destruir un contrato élfico. 

Como bien lo dice su nombre, es un espíritu del agua. Al ser invocado a través del sonido de un caracol utilizado como cuerno, es capaz de transportar individuos a través de grandes cuerpos líquidos.

Identificados como nubes, son los responsables de controlar el clima en el mundo. Les gusta juntarse y debatir, pero de acuerdo a su humor pueden provocar enormes catástrofes, como tormentas y nevadas imposibles de resistir.

Tal vez no sea una criatura, pero sin duda tiene mucha magia en su interior. Esta misteriosa cabaña es capaz de cumplirle los sueños a todo aquel que ingrese en ella para así poder retenerlo. Además, puede transformarse en un laberinto, para que aquellos que ingresaron no puedan salir.

Estas entidades son como pequeños gnomos que viven en las casa de la gente. En realidad, no viven en las casas, sino en los espacios vacíos de estas, esos espacios desperdiciados que nosotros, simples mortales, no vemos. Se cree que custodian los hogares, pero cuando uno de ellos entra en el territorio del otro, son muy territoriales y se vuelven agresivos. Una vez desterrados por los dueños de casa, no pueden volver. ¿Su gran temor? Utilizar los espacios vacíos del exterior, ya que podrían perderse para siempre.

Capaz de aterrorizar a todo Trolberg, este perro gigantesco de aspecto feroz es en realidad solo un cachorro perdido. Su verdadero nombre es Jellybean y fue criado de pequeño por un Nisse, por eso sabe utilizar, como ellos, los espacios vacíos para desplazarse. Es bastante amistoso y termina viviendo en las afueras de la ciudad, en el bosque, donde su tamaño no causa destrozos.

No sabemos mucho de ellos, pero los vemos durante toda la serie. Los Woff parecen ser unas criaturas peludas que vuelan (aunque no tienen alas), de color anaranjado, y que hacen un sonido ululante. Hilda suele montarse en ellos para llegar más rápido a sus destinos, aunque no siempre son confiables y pueden enfadarse.