Creímos que jamás podría recuperarse de un personaje tan fuerte como Jesús, y sin embargo aquí está, esperando ser la persona de interés en una nueva propuesta audiovisual. Como Cristo nos amó, nadie pudo amar jamás, dice una popular canción religiosa, así que hoy honraremos a una belleza hecha hombre. James Patrick Caviezel, Jr. nació en Mount Vernon, Washington, hacia finales de los años 60, en el seno de una familia extremadamente católica. Durante su adolescencia se mudó a casa de unos amigos de sus padres que vivían en Seattle, con el fin de perseguir su sueño de jugar baloncesto. Hacia 1987 ya era la estrella del equipo del John F. Kennedy Memorial High School.
Como le sucedió a muchos otros, Jim sufrió una lesión que lo alejó del deporte, acabando con sus deseos de saltar de la universidad a la NBA, por lo que finalizó sus estudios y se volcó de lleno a la actuación en su ciudad. Su carrera hacia el mundo de las celebrities comenzó en 1991, pero no fue hasta su protagónico en La delgada línea roja (1998) de Terrence Malick que se hizo conocido. En el 2000 le llegó la enorme oportunidad de convertirse en el Cyclop de la saga X-Men, pero algunos conflictos laborales lo obligaron a dar un paso al costado. Incluso fue seriamente considerado para interpretar a Clark Kent en Superman Regresa (2006). A simple vista no es quizás el tipo de actor que alguien elegiría para interpretar al Nazareno, pero Mel Gibson vio potencial en él y lo introdujo en una de las películas más taquilleras de la historia.
Tras su extrema performance, enseguida regresó al ruedo, sólo que no fue hasta su debut como John Reese en Person of Interest que volvió a encontrar la fama. Así como Caviezel encarnó en el hijo de Dios, cualquier otro actor podría haber estado tras esa prótesis nasal, sus lentes de color marrón y hablando en una lengua muerta como lo es el arameo sin que notáramos que se trataba de una celebridad. Desde mitad de los 90 está casado con Kerri Browitt, junto a quien adoptaron tres niños de origen chino: Bo, Lynn y David; dos de ellos verdaderos héroes de la vida, por haber superado tumores malignos que les afectaron. A su mujer la conoció en una cita a ciegas perpetrada por su propia hermana.
Nunca pierde su ánimo deportivo, y en 2002 se sentó a bordo del Pace Car en la carrera Indy 500, el carro que se utiliza en automovilismo para organizar y agrupar a todos los participantes en pista en caso de cualquier tipo de eventualidad, ya sea accidente o causas meteorológicas. Mientras rodaba una de las escenas de La Pasión en un monte muy alto, fue alcanzado por un rayo que lo hirió; quienes atestiguaron el momento aseguran que cuando se levantó tenía humo saliendo por sus oídos. Además enfermó de neumonía y sufrió hipotermia. Por si no lo habías notado, lleva las mismas iniciales -JC- y al momento del film, también tenía 33 años de edad.
En su juventud, y mientras se las apañaba para salir adelante, trabajó como mesero y como modelo para una de las tantas líneas de GAP. Sus amigos (y no tanto) de la prepa decían que era un gallito engreído, algo que reconoce y de lo que se arrepiente. Por ahora, Jim no tiene ningún proyecto que le aguarde en el horizonte, así que nos comprometemos a apapacharlo hasta que regrese al ring de un nuevo round televisivo.
