Hombres que amamos: Ténoch Huerta

José Ténoch Huerta Mejía, conocido a nivel global como Ténoch Huerta, nació el 29 de enero de 1981 en la Ciudad de México, y fue criado en el municipio de Ecatepec, Estado de México, uno de los municipios mexicanos más grandes territorialmente y más peligrosos. A pesar de ello, él es la prueba que el talento puede surgir de cualquier parte.

Su acercamiento al mundo del entretenimiento viene de la mano de su padre, un ingeniero aficionado al cine que lo hizo tener su primer contacto con la actuación a través de un curso con María Elena Saldaña “La Güereja”. Luego siguió con su preparación con otros maestros, siendo Carlos Torres Torrija, actor reconocido por la telenovela Mirada de Mujer –producción que fue un parteaguas en la televisión mexicana–, quien más le brindó su apoyo para impulsarlo en su carrera.

Durante sus años como estudiante, se matriculó en la Licenciatura de Comunicación y Periodismo de la UNAM, cursando en las instalaciones de la Facultad de Estudios Superiores Aragón. Su preparación lo llevó a acercarse al mundo de los medios, no solo como actor, también desde el lado de la producción donde fungió como camarógrafo en TV Azteca, más puntualmente en los primeros años del famoso reality de competencia musical La Academia.

En 2006 que tuvo su primera oportunidad actoral en la película mexicana Así del Precipicio, de la directora Teresa Suárez, en la que compartió crédito con Ana de la Reguera, Ingrid Martz, Gaby Platas, Martha Higareda y Rafael Amaya. Estos dos últimos ahora son nombres reconocidos, pero en ese entonces también estaban comenzando. Este proyecto, sumado a su talento, le abrió la puerta a uno más grande.

Al año siguiente, Gael García Bernal, quien estaba por debutar como director con Déficit, le ofreció ser coestelar después de haber interpretado un rol menor en la película anterior. Fue así como Huerta se convirtió en Adan en esta producción que fue estrenada en el Festival de Cannes, haciendo que su trabajo se proyectara en la muestra cinematográfica más importante del mundo.

En 2008 llega su primera nominación al premio Ariel, reconocimiento que entrega la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas, por su interpretación de El Araña, un pandillero homosexual, que se convierte en lo más sobresaliente de la película Nesio del director Alan Coton. Este nombramiento le da un nuevo impulso en su carrera comenzando a trabajar en más producciones como Casi Divas, Sin Nombre –donde trabajó bajo la dirección de Cary Joji Fukunaga, antes de que hiciese la primera temporada de True Detective–, Solo Quiero Caminar –protagonizada por Diego Luna–, Nómadas con Lucy Liu y El Infierno del polémico Luis Estrada.

Tres años después de su nominación al Ariel llega Días de Gracia, película del director mexicano Everardo Gout, en la que obtiene su primer protagónico. Este papel le da su primer Ariel como mejor actuación masculina. Con este galardón en mano, su carrera vuelve a dar otro giro que le da la oportunidad de tener un mayor crecimiento artístico y de fama, llevándolo a formar parte de importantes películas y series mexicanas, así como algunas participaciones especiales en producciones estadounidenses.

Entre sus más reconocidos trabajos están el de la serie El Encanto del Águila donde interpretó a Emiliano Zapata; en la cinta Güeros de Alonso Ruizpalacios; Los 33 de Patricia Riggen; es parte del universo de James Bond con su papel en Spectre; Blue Demon en la que da vida a la leyenda mexicana de la lucha libre que da nombre a la serie; por supuesto al narcotraficante mexicano Rafael Caro Quintero en la primera entrega de Narcos: México; The Forever Purge, cinta que forma parte de la exitosa franquicia de terror, en la que volvió a colaborar con el director Everardo Gout.

Pero no fue hasta 2020 cuando su vida cambiaría para siempre justo con los primeros rumores sobre una posible participación en la secuela de Black Panther, noticia que llegaría a unos meses de la muerte de Chadwick Boseman. Su fichaje como Namor cambiaría el origen del personaje de los cómics a su adaptación en pantalla grande, abriéndose así una puerta para la representación de las culturas originarias de México como inspiración del reino submarino Talokan.

Desde que se anunció su llegada al Universo Cinematográfico de Marvel, las reacciones mixtas del público mexicano, en especial, no se hicieron esperar: desde los que mostraban su apoyo a un compatriota como de aquellos que se quejaban de que el personaje que interpretaría no era fiel a la versión impresa, muchas veces difundiendo un mensaje de racismo velado a un actor, que ha sido fuertemente criticado por su papel como activista en proyectos como Poder Prieto, movimiento que busca cambiar las narrativas y prácticas racistas dentro de la industria audiovisual en México.

Pese a la polémica que su nombre y su imagen pueda causar, no hay duda que Ténoch Huerta ahora se ha convertido en un ícono de la cinematografía mexicana que ha logrado conquistar al público internacional con la proyección de la maquinaria Marvel. Estoy seguro que seguirá construyendo una carrera de éxitos como hasta ahora lo ha venido haciendo.

🙂