Gandalf vs Magneto: ¿Qué papel fue más icónico?

Ian McKellen es uno de los actores más respetados y queridos del cine contemporáneo. Con una carrera que abarca décadas en teatro, televisión y cine, su presencia en la pantalla siempre deja huella. Sin embargo, para el público general, dos papeles sobresalen por encima del resto: Gandalf en la trilogía de El Señor de los Anillos (y más tarde El Hobbit) y Magneto en la saga de X-Men. Ambos personajes son poderosos, complejos y profundamente carismáticos, pero… ¿cuál de los dos puede considerarse el más icónico?

Cuando Peter Jackson llevó al cine El Señor de los Anillos, el reto era titánico. No solo debía adaptar una de las obras más influyentes de la literatura fantástica, sino que necesitaba actores que pudieran dar vida a personajes mitológicos con profundidad y carisma. Es ahí donde entra Ian McKellen como Gandalf, el mago gris que guía a Frodo y la Comunidad en su lucha contra el mal.

Desde el primer momento, McKellen encarna la sabiduría, el poder y la calidez de Gandalf con una naturalidad impresionante. Su interpretación es a la vez majestuosa y humana, una figura paternal que impone respeto y cariño a partes iguales.

“You shall not pass!”

Esta frase se convirtió en un hito cultural, repetida, parodiada y homenajeada incontables veces.

McKellen no solo brilló en la trilogía original, sino que también regresó en El Hobbit, ampliando aún más su legado como el mago icónico de la Tierra Media. Su papel le valió una nominación al Oscar, además de múltiples premios y reconocimientos.

Antes del auge del cine de superhéroes que hoy domina Hollywood, la saga de X-Men sentó las bases para un enfoque más maduro del género. En el año 2000, Bryan Singer eligió a Ian McKellen para interpretar a Erik Lehnsherr, alias Magneto, un mutante con la habilidad de controlar el metal y un pasado marcado por el Holocausto.

Lejos de ser un villano plano, Magneto es un personaje trágico y filosófico, cuya visión extrema de la supervivencia mutante lo convierte en el antagonista perfecto. McKellen aporta una gravedad emocional y una inteligencia que lo distinguen del típico “malo” de película.

Su enfrentamiento ideológico con el Profesor X (interpretado magistralmente por su amigo Patrick Stewart) añade una capa de profundidad única, que convirtió a X-Men en una saga apreciada por su trasfondo ético y político.

A lo largo de cinco películas, Magneto se mantuvo como una figura central, compleja y fascinante. Y aunque eventualmente Michael Fassbender asumió la versión joven del personaje, McKellen dejó una marca imborrable.

Para responder a la pregunta central —¿cuál es el papel más icónico?—, debemos considerar varios factores:

1. Reconocimiento global
   Gandalf es reconocido incluso por personas que no han visto las películas. Su imagen y frases han trascendido el cine y se han convertido en parte de la cultura pop global.
2. Profundidad emocional
   Ambos personajes son complejos, pero Gandalf tiene una dimensión más espiritual y emocional, lo que lo convierte en un personaje con el que el público conecta a un nivel más profundo.
3. Premios y crítica
   McKellen fue nominado al Oscar por Gandalf, pero no por Magneto. Su papel como el mago es frecuentemente citado como uno de los mejores castings de la historia del cine.
4. Duración e impacto
   Gandalf estuvo presente en seis películas (2001–2014), y su impacto permanece vigente. Aunque Magneto también ha aparecido en varias entregas, próximamente en Avengers: Doomsday, su arco fue más variable y compartido con otros actores.

En encuestas y foros de fans, Gandalf suele ser el favorito. En parte por el cariño hacia las películas basadas en la obra de Tolkien, pero también por lo que representa el personaje: sabiduría, esperanza, liderazgo. Mientras que Magneto es una figura fascinante, incluso admirable, no genera el mismo tipo de amor universal.

No obstante, hay que reconocer que Magneto es un pilar del cine de superhéroes. Sin la interpretación sobria y compleja de McKellen, quizá hoy no tendríamos villanos con tanto matiz como Thanos, Killmonger o Loki.

Ambos papeles son brillantes y muestran la versatilidad de Ian McKellen como actor. Pero si hablamos de icónico en el sentido más amplio, Gandalf lleva la delantera. Es un personaje que ha trascendido generaciones, géneros y culturas. Su figura es sinónimo de sabiduría, magia y bondad. McKellen no solo interpretó a Gandalf: lo encarnó.

Aun así, no debemos subestimar la importancia de Magneto en su carrera. Gracias a ambos papeles, Ian McKellen consolidó su estatus como leyenda del cine moderno.