Es cierto que, transcurrido ya un tiempo del cierre de las películas de Paul W.S. Anderson y su bella señora Milla Jovovich lo único que le queda a los fans de los videojuegos Resident Evil es cruzar sus dedos, esperando que Capcom por fin haga algo digno y acorde a su franquicia, tanto en la serie para Netflix como el reboot de cine.
Pero a quienes jugamos desde hace décadas la saga nos queda clarísimo que hay al menos un episodio cuya carga de terror, gore y rareza es tan alta que sería prácticamente imposible de recrear: Resident Evil 7: Biohazard.
¿Por qué lo pensamos?
De por sí el fandom enloqueció cuando Capcom anunció en E3 2016 un brusco cambio en la saga, tras los descalabros de Resident Evil 5 y 6, con un juego más centrado en el terror crudo y en el survival horror, regresando a los orígenes de la IP, pero al mismo tiempo yendo más allá con un director inesperado: Koshi Nakanishi.
El resultado fue escalofriante y adictivo para el jugador, y hay que decirlo, modestamente remunerable para Capcom (con más 6 millones de unidades vendidas en 1 año). Los elementos elogiados por la crítica del mundo entero estribaban en el regreso a lo totalmente desconocido que caracterizó la primera saga, con personajes, entorno y atemporalidad altamente estresantes para el jugador.
La historia de RE7 trataba sobre la desesperada búsqueda de Ethan Winters por su esposa Mia en una mansión abandonada en medio de la nada, donde eventualmente se da cuenta de que una familia demente la tiene atrapada… y quieren ir por él para devorarlo.
¿Qué lo hace "inadaptable" para el cine y la TV?
El uso de la atmósfera oscura fue una proeza extraordinaria del equipo a cargo del creador de Resident Evil: Revelations, pues emplea elementos de luz y juegos de cámara en primera y tercera persona comparables a filmes found footage como Blair Witch Project, pero con un ritmo que difícilmente comprendería un cinéfilo o adepto a las series.
Hay que destacar también que la historia del juego –sin contar sus expansiones– lleva al menos unas 10 horas, y su narrativa es lineal, no episódica, por lo que pensar en una miniserie no sería tampoco una idea fácil de adaptar. No es que dudemos de grandes cineastas y showrunners, pero la adrenalina que ofrece este videojuego difícilmente podría replicarse en algo que no fuera… al menos un anime japonés o serie animada como Castlevania, y creo que aún así se quedaría muy corta.
Es más sencillo que Netflix y Sony Pictures piensen en adaptar episodios más accesibles, como los recién remasterizados Resident Evil 2 y Resident Evil 3. Al fin y al cabo cuenta con personajes ya conocidos por el fandom, pues incluso para los más allegados a los juegos, el 7 es un viaje que difícilmente volverían a hacer, en especial con aquél casco de realidad virtual para PlayStation 4.
¿Se atreverían a visitar la Mansión Baker estos días? Vamos, el juego ya no es muy caro pueden conseguirlo en PlayStation 4, PC y Xbox One…
