Sangriento San Valentín: el nuevo episodio de la antología explora la masculinidad tóxica
La antología de terror de Hulu y la productora Blumhouse (Get Out, The Purge), que estrena cada mes un nuevo episodio ambientado en una fecha festiva, continúa ofreciendo una primera temporada bastante irregular. Desde el fascinante y surrealista capítulo navideño dirigido por el español Nacho Vigalondo (Colossal), la serie no ha logrado mantener el mismo nivel, aunque esto no significa que sus otras historias sean totalmente desechables, claro está. El estilo y la calidad de largometraje que prometía la compañía de Jason Blum con esta antología sigue vigente desde el segundo episodio y todavía quedan varios relatos por delante como para anunciar un veredicto.
Con el mes de febrero aterriza en la plataforma el esperado y oscuro capítulo de San Valentín, una fecha que para los amores no correspondidos ya resulta terrorífica por sí sola. Bautizada como Down y dirigida por el responsable del film El Último Exorcismo (2010), Daniel Stamm, esta historia pone de relieve la figura del stalker y aquella masculinidad tóxica que sí no es tratada a tiempo puede conducir a hechos de violencia de género extremos.
La premisa del episodio es bastante sencilla: dos desconocidos que trabajan en el mismo edificio de oficinas quedan encerrados en un ascensor el último día de la semana cuando todos los trabajadores ya se han retirado a sus hogares. Para colmo, se trata de un fin de semana largo, ya que en Estados Unidos se celebra tanto el Día de los Enamorados como el Día de los Presidentes, esto quiere decir que podrían pasar alrededor de 80 horas hasta que alguien se percate que hay dos sujetos atrapados en un ascensor. Aunque al principio no parece haber mucha química entre ambos, un poco de vino, chocolates y la sensatez de saber que pueden terminar volviéndose paranoicos, hacen que estos dos oficinistas comiencen a hablar de sus vidas, de su decadente presente amoroso y hasta de sexo. ¿Podría ser este el preludio de una divertida historia de amor? Bueno, tal vez si se tratara de una comedia romántica con Meg Ryan, pero aquí las cosas son bastante distintas.
Luego de unas cuantas horas en que la pareja de treintañeros de Jennifer (Natalie Martínez) y Guy (Matt Lauria) llegan a conectarse en todos los sentidos posibles, una aterradora revelación los coloca frente a una lucha sangrienta por la supervivencia.
La dirección de Stamm hace un buen trabajo al utilizar de manera ingeniosa aquel ínfimo espacio donde transcurre casi toda la acción. Hay que reconocer que la mayoría de los episodios de Into the Dark demuestran con maestría como sacarle el jugo a las pequeñas puestas en escena y el elenco limitado, y este por supuesto no es la excepción. Las tomas desde arriba, la visión de las cámaras de seguridad y las luces resplandecientes le otorgan al ascensor toda esa atmósfera inquietante y sofocante que cualquier claustrofóbico sabrá reconocer. Por supuesto, se trata de una historia donde la cualidad interpretativa resulta fundamental y Martínez es quien mejor logra manejar las distintas situaciones de manera impecable y realista. Sin embargo, lo que comienza como un relato prometedor termina decayendo poco a poco luego de aquella confesión, bastante predecible a decir verdad, que cambia todo el panorama.
El guion a cargo de Kent Kubena (The Messengers) intenta abarcar diversas circunstancias a más no poder, como si la idea fuera colmar la historia de mil variables con el fin de completar la hora y media destinada al episodio. Esta decisión hace que Down termine cayendo en eventos tan inverosímiles que llevan al hartazgo del espectador, esperando un final que parece nunca llegar.
Resulta una verdadera pena que con un inicio dramático admirable, la historia decaiga justo cuando toca su fibra más oscura y perturbadora, que debería ser lo más notable en una antología de este tipo.
A pesar de un tercer acto poco satisfactorio, Down es un capítulo que retrata la psicopatía, el machismo y la manipulación de manera efectiva, y eso de por sí es un buen aporte en tiempos donde las ficciones más populares intentan crear cierta empatía con los femicidas, al punto en que los personajes femeninos resultan insoportables (sí, estamos hablando de ti, You).
Por el momento, tendremos que esperar a la llegada de la primavera para descubrir si el próximo episodio de la serie logra remontarnos a aquella sobresaliente historia navideña de Vigalondo o, por el contrario, continuará quedándose a mitad de camino.