Una isla que parece rebozada de terror, pero…

Llegó Fantasy Island, conocida por todos como La Isla de la Fantasía. La película fue dirigida por Jeff Wadlow quien además colabora en el guión junto a Jillian Jacobs y Chris Roach. Los protagonistas de la cinta son Michael Peña, Lucy Hale, Maggie Q, Portia Doubleday, Jimmy O. Yang y Ryan Hansen.

Al estar basada en la serie de televisión del mismo nombre que se emitió desde 1978 hasta 1984, el tema es un clásico, y se merecía una cinta.

La película comienza con el secuestro de una mujer. Si bien no entendemos en un primer momento qué significa poco a poco esto irá cobrando significado. Luego de esto un grupo de turistas compuesto por Melanie Cole (Hale), Gwen Olsen (Maggie Q), Brax y JD Weaver (Yang y Hansen respectivamente), y Patrick (Stowell) llegan a la isla invitados para que puedan vivir sus propias fantasías. Al llegar, Roarke (Peña) los recibe, junto a su esposa, y les deja en claro que todos “Tiene derecho a su fantasía, y debe terminar con su conclusión natural. ” A partir de ese instante veremos cómo cada uno vive sus deseos y de a poco se irán relacionando.

La primera fantasía es la de JD y Brax, hermanos que quieren vivir de fiesta. La de Patrick era alistarse al ejército para homenajear a su padre, un héroe de guerra, y tendrá el placer de conocerlo. La de Melanie es vengarse de la mujer que le hizo bullying de adolescente y será quien descubra lo que sucede en la isla. La fantasía de Gwen que consistía en aceptar la propuesta de matrimonio que había rechazado pero termina admitiendo que en realidad era volver al día donde un joven, Nick, falleció en un incendio. Y esto último será lo clave de la historia.

Pero no es todo felicidad o sueño: las fantasías tendrán su costado oscuro. En el caso de JD y Brax, la mansión de la fiesta era de Kalashov y ellos quedarán prisioneros. Además, JD perderá la vida. Y es que algo sucede en la isla: dentro de ella hay un manantial que contiene una gema; al beber el agua, las personas empiezan a vivir sus sueños.

También entenderemos el secuestro al comienzo de la película: Sloane Maddison (Portia Doubleday) es la joven secuestrada. Intentarán escapar y veremos llegar al Doctor Tortura, pero será Damon (Michael Rooker), un hombre que fue contratado para investigar la isla, quién los salve. Él explica lo que sucede y manda a Melanie a llamar a un colega para que vaya a rescatarlos.

Ellos se unirán para intentar destruir el manantial causante de cumplir todas las fantasías pero la verdad saldrá a la luz: Melanie es quien los hizo llegar para vengarse por ser responsables del fallecimiento del único hombre que la amó como también el hecho de que la mujer de Roarke también había muerto y para mantenerla con vida él se quedaba en la isla.

Será a través de la fantasía de Gwen que veremos la conexión de cada uno de ellos con el fallecimiento de Nick, pero lograrán vencer y sobrevivir, aunque no todos, ya que Patrick, tal como su padre, se sacrifica por todos.

Gracias a la fantasía de Sloane y con ayuda de Roarke, lograrán acabar con Melanie y escapar. Momento emotivo: Brax pide que JD vuelva a la vida teniéndose que quedar allí tal como Roarke para que su hermano pueda vivir sin estar pendiente de él.

Esta es una película de terror, aunque ya desde el primer momento queda en claro que tiene más de fantasía, acción con un poco de sangre y una pizquita de suspenso que terror en sí mismo. Es más como una aventura, alejándose así bastante de la producción original.

Fantasy Island no es una mala opción para entretenerse; la idea retoma buenos momentos de lo original pero deja mucho que deber. Una cinta correcta con una historia que atrapa pero lejos está de ser una de las mejores del años.