Jaime Lannister es el protagonista principal de la serie
Aunque en las últimas se dejó de lado, por algo se destacó Game Of Thrones a lo largo de todas sus temporadas, y eso fue por mostrarnos o relatarnos lo que no querían relatar y que en realidad la tensión y la trama iba por otro lado. ¿Ejemplos? Algunos: aunque parezca el personaje más retorcido y enigmático, Varys no desea nunca el Trono, sino que lo quiere defender; Tyrion parece ir perdiendo la inteligencia, pero en realidad orquesta todo paso dado; Cersei es una vil villana, llegando al punto de parecer desalmada, pero es una madre consciente y ultra protectora.
Y a esto le sumamos una línea más, la que realmente quiebra al show: Game Of Thrones no replica el derrotero de Jon Snow ni tampoco es la … TODO lo acontecido en la serie, o por lo menos los puntos clave del show, son ni más ni menos que el fiel reflejo del andar y/o la historia de vida, en las buenas y en las malas, de Jaime Lannister.
Si lo pensamos un poco, de alguna manera fue Jaime quien abrió las puertas para que se consume el reinado del revolucionario Robert y por lo tanto la enemistad de los sobrevivientes Targaryen con uno y cada uno de los patriarcas de Westeros comienza: el primer acto con consecuencia fuerte en la trama es haber matado al Rey Loco, Aerys II Targaryen. Esta traición a quien en su momento fue su regente marca el camino del guión: una tras otra las acciones se van alineando según lo que el ahora manco atraviesa.
Sigamos. Ya en el primer episodio, la llama del odio entre los Lannister y los Stark se prende cuando Jaime empuja a Bran por la ventana de esa torre donde él y su hermana Cersei están teniendo sexo, y llega a su punto máximo de calor cuando es apresado por las tropas de Robb Stark: Jaime es el mejor trofeo de guerra que se puede tener y es así también como Tywin Lannister empieza a manejar todos los hilos y orquesta el desembarco de su familia en el Trono de Hierro.
Pasan los episodios, Jaime regresa a King’s Landing y presencia uno de los momentos más dolorosos para él: el enjuiciamiento de su hermano Tyrion y su posterior sentencia a muerte. Allí, comenzando su arco de redención, libera al pequeño Lannister con la ayuda de Varys, acción que deriva en otro punto de quiebre total para la serie: Tyrion mata a su padre por haberlo traicionado, Desembarco del Rey queda acéfalo de estratega y surge con muchísimo poder la figura de Cersei, quien dominará, a la corta o a la larga, todo lo que concierne a la figura de los regentes.
Podemos seguir nombrando las idas y vueltas del personaje (muchas veces obligado en sus actos por su hermana, por eso no hacemos foco) y llegamos al tráiler del próximo quinto episodio de la octava temporada: entre la formación de la Compañía Dorada, una figura encapuchada se hace presente y se dirige al interior de Desembarco del Rey. Muchos fans teorizan, y con bastante razón, que ese podría ser Jaime. Los motivos y las pistas son casi obvias: cuando llegó al Norte en el primer episodio de esta octava temporada, Jaime llevaba una capa muy parecida; los de la Compañía Dorada dejarían que pase ya que no saben el encargo de Cersei hacia Bronn, o sea, que lo mate; su arco de redención debería cerrar con un último acercamiento a Cersei. Sí, pareciera que quien ponga fin al dilema del Trono DEBE ser él.
Como dijimos en nuestra introducción, Game Of Thrones a lo largo de todas sus temporadas se destacó por contarnos lo que no iba a suceder, haciendo foco en episodios o personajes que parecían secundarios y luego terminaban siendo el eje de la trama. Y como también dijimos al comienzo, en las últimas dos entregas, la séptima y la octava, eso parece haberse perdido. Repetimos: PARECE. Jaime posee todas las cualidades para ser el verdadero protagonista de la serie.