Jenna Ortega tuvo que cambiar su filosofía de vida por culpa de Merlina

En 2022, Netflix presentó Merlina (Wednesday), un spin-off de Los Locos Addams centrado en la hija mayor de la familia. La serie de Tim Burton, nos muestra a Merlina Addams mientras intenta resolver un misterio sobrenatural relacionado con su familia y compañeros en la peculiar Academia Nunca Más. Merlina rápidamente se convirtió en un fenómeno global, consolidando a Jenna Ortega como una de las jóvenes estrellas más destacadas de Hollywood.

Además de su éxito en Merlina, Jenna Ortega ya venía conquistando al público con su interpretaciones. La vimos debutar en películas como Iron Man 3, como la hija del vicepresidente, y regalarnos un gran trabajo en la “recuela” Scream. Sin embargo, si hubo una producción que le cambió la vida a ella, esa fue Merlina: detrás del éxito, el rodaje en Rumania trajo consigo desafíos personales y profesionales para la actriz, que terminó transformando incluso su estilo de vida.

Lo que pocos saben es que interpretar a Merlina Addams tuvo consecuencias inesperadas para su filosofía de vida. Antes de la serie, Jenna Ortega era vegana, comprometida con el bienestar animal y una alimentación basada en plantas. Sin embargo, durante el rodaje en Rumania, se enfrentó a la dificultad de encontrar opciones veganas nutritivas, lo que la llevó a incorporar pescado en su dieta, convirtiéndose en pescetariana.

Quizás no lo sabían, pero el vínculo de Jenna Ortega con los animales siempre fue evidente. De hecho, de niña tenía una peculiar afición: hacer autopsias a los animalitos muertos que encontraba en el jardín de su casa. 

Ahora, ¿por qué es tan importante destacar este radical cambio de dieta? Aunque el veganismo implica evitar todos los productos de origen animal, el pescetarianismo permite el consumo de pescado y mariscos, pero excluye otras carnes. Esta diferencia puede parecer pequeña, pero representa un cambio significativo en términos de filosofía de vida y opciones dietéticas.