Jennifer Garner: la heroína que llegó antes de su tiempo
Antes de Wonder Woman, Jennifer Garner dio vida a Elektra, abriendo paso a las heroínas en el cine con valentía, entrega y una historia detrás.
Cuando hoy pensamos en heroínas del cine, nombres como Gal Gadot o Scarlett Johansson nos vienen a la mente casi de inmediato. Pero mucho antes de que el cine de superhéroes abrazara con fuerza a las protagonistas femeninas, Jennifer Garner ya había asumido el reto de encarnar a una mujer poderosa, letal y emocionalmente compleja: Elektra.
Estrenada en 2005 como un spin-off de Daredevil: El hombre sin miedo, Elektra fue una de las primeras películas del género centradas en una superheroína. Aunque no alcanzó el éxito esperado ni en crítica ni en taquilla, la cinta fue un paso importante –y arriesgado– hacia un futuro donde las mujeres tendrían un lugar protagónico en el universo cinematográfico de los superhéroes.
Crédito: 20th Century Fox
En una época en la que el género de superhéroes estaba dominado casi exclusivamente por figuras masculinas como Spider-Man, Wolverine o Batman, Garner rompió el molde con un personaje que combinaba fuerza, misterio y un pasado torturado. Su Elektra no solo era una asesina entrenada en artes marciales, sino también una mujer marcada por el dolor, buscando redención y venganza.
La apuesta por una protagonista femenina fue considerada arriesgada. A pesar de la popularidad de Garner en ese momento —especialmente por su rol como Sydney Bristow en la serie Alias— Elektra no tuvo el apoyo que necesitaba de parte de la industria ni del público. Sin embargo, la película abrió una brecha importante en la conversación sobre el rol de la mujer en el cine de acción, y muchos críticos actuales la reconocen como un esfuerzo adelantado a su tiempo.
Más allá del legado cultural, la entrega de Jennifer Garner al personaje fue total. Para interpretar a Elektra, la actriz se sometió a un riguroso entrenamiento físico que incluyó artes marciales, manejo de armas blancas (en particular los sais, las dagas tradicionales que usa el personaje), y coreografías de combate cuerpo a cuerpo.
Durante el rodaje de Daredevil: El hombre sin miedo, y más tarde Elektra, sufrió múltiples lesiones e incluso llegó a filmar escenas de acción enferma de bronquitis y con contusiones reales en su cuerpo.Garner ha contado en entrevistas que se negaba a que sus escenas de acción fueran completamente delegadas a dobles, ya que sentía una responsabilidad personal con el personaje y con la audiencia que esperaba autenticidad.
Este nivel de entrega y compromiso físico, especialmente en un tiempo en el que el entrenamiento intensivo de actrices para roles de acción aún no era la norma, fue parte de lo que consolidó a Jennifer Garner como una actriz versátil y dedicada.
Como si el detrás de cámaras necesitara un giro romántico digno de su propia película, el rodaje de Daredevil también marcó el inicio de una historia de amor real entre Jennifer Garner y Ben Affleck, quien interpretó al justiciero ciego. Aunque ambos estaban en otras relaciones en ese momento y no comenzaron oficialmente hasta años después, Garner ha reconocido que fue en ese set donde realmente se conocieron y conectaron.
Su posterior relación —que incluyó matrimonio y tres hijos— fue una de las más seguidas por los medios durante la década de 2000. Aunque hoy en día están separados, su vínculo sigue siendo respetuoso, especialmente en lo que respecta a la crianza de sus hijos. La historia de Elektra y Daredevil, entonces, trascendió la pantalla para convertirse también en parte de la vida real de sus protagonistas.
Aunque en su momento Elektra fue duramente criticada y muchas veces olvidada en las listas del cine de superhéroes, el paso del tiempo ha permitido una relectura más justa de su valor y de la entrega de Jennifer Garner al personaje. En un contexto actual donde los estudios apuestan más por la diversidad y las protagonistas femeninas en papeles fuertes, Elektra se presenta como una obra que simplemente nació antes del momento adecuado.
Incluso Marvel Studios ha traído de regreso a Elektra —con Garner incluida— en proyectos recientes como Deadpool & Wolverine, siendo bien recibida por el público que la había visto años atrás en el rol, así como por las nuevas generaciones a quienes despertó interés sobre ella. Logrando reivindicar su interpretación.
Jennifer Garner es mucho más que su traje rojo y sus sais. Su carrera posterior ha incluido roles dramáticos, comedias familiares y hasta la faceta de empresaria con su marca de productos orgánicos Once Upon a Farm. Pero su paso por el cine de superhéroes dejó una huella imborrable. No por el éxito comercial, sino por lo que significó: una mujer dando el primer gran salto en un género que aún no estaba listo para ella, pero que sin duda la necesitaba.
Hoy, cuando vemos heroínas dominar la pantalla con confianza y poder, es justo mirar atrás y recordar a Jennifer Garner como la Elektra que allanó el camino, con fuerza, entrega… y una historia digna de película.