Es inevitable no referirse a corrupción cuando se habla de justicia. Y es que en muchas películas y series en las que tenemos un drama judicial como eje central, la corrupción está presente. A veces de una forma más solapada, a veces como eje central de la historia, pero siempre está.
Muchas veces la corrupción de la justicia que vemos reflejadas en las historias están atadas a otro tipo de corrupción vinculada al poder, ya sea político, por dinero o por actividades criminales, por ejemplo en historias de gángsters, mafia y narcos. En la TV, la primera serie que se nos viene a la mente es How To Get Away With Murder (2014), en la que, de la mano del personaje de Annalise Keating, se muestra cómo desde el sistema judicial la impunidad sobre los crímenes es moneda corriente.
¿Cómo no mencionar a Breaking Bad (2008)? La aparición de la pata legal de la historia llegó para poder, de forma corrupta, no caer en prisión por los narcos. Luego en Better Call Saul (2015) se interioriza en toda la historia del abogado en cuestión y la corrupción no queda de lado.
Otra forma de contar la triste unión entre justicia y corrupción es a través de la desesperación de los propios personajes. En Your honor (2020) y el juez que siempre cumplió todas las reglas empieza a hacer uso de su poder para ayudar a su hijo.