Un 22 de junio, un día como hoy, pero de 1984, así es, de hace cuarenta años, llegó a las salas de cine Karate Kid, una historia del guionista Robert Mark Kamen, que para ese entonces era el tercer guion de su carrera, la cual terminaría por convertirse en un clásico del cine que ha trascendido generaciones y sigue siendo relevante en la cultura popular.
Con un presupuesto de $8 millones de dólares, la película logró ser un éxito taquillero que logró recaudar $130 millones de dólares y que debido a esta situación se aprobó una segunda entrega, y con el tiempo una tercera entrega, a cargo del mismo guionista y el mismo director, John G. Avildsen.
Hoy que se cumplen 40 años de su estreno, revisaremos cuatro puntos para ver esta historia y por los cuales se convirtió en un clásico:
1 Una historia que refleja el hecho de crecer
La década de los 80 fue una época revolucionaria y vanguardista para distintos sectores, entre ellos el mundo del entretenimiento. Los cines comenzaban a tener como sedes algunos populares centros comerciales donde los amigos iban juntos a pasar el rato, lejos de la presencia familiar. Este mismo desarrollo de crecimiento fue adaptado a la película con la figura de su protagonista Daniel LaRusso, quien es el nuevo de la ciudad, el cual busca encajar, pero su personalidad lo convierte en el blanco perfecto de un grupo de jóvenes karatecas que no dudarán en acosarlo.
2 Lecciones de vida dirigida a los perdedores
Debido al acoso constante que sufría Daniel LaRusso, este recibió la ayuda del Sr. Miyagi para ser entrenado en karate y tuviese las herramientas de defenderse, siempre y cuando fuese necesario. El conocimiento de este sabio personaje es algo que sigue siendo relevante para cualquier persona que tenga un acercamiento a la historia, ya que los mensajes son atemporales y aplicables a cualquier edad.
3 Actuaciones memorables
La historia de Karate Kid siempre llamó mi atención más por el Sr. Miyagi y el gran trabajo que el gran Pat Morita hizo al representar a este maestro. Ya que debo confesar que por muchos años el personaje de Daniel San, interpretado por Ralph Macchio, me caía mal. Con el tiempo, revaloré la actuación de su entonces joven protagonista, ya que dotó al personaje de esta inocencia necesaria para que el mensaje de crecimiento de la historia funcionases de forma perfecta. Por lo cual, ahora sí puedo decir que ambas actuaciones fueron las correctas.
4 Se convirtió en una historia fundamental de la cultura pop y nostalgia
Para muchos, hoy en día, que una historia pueda lograr trascender dentro de la cultura popular es igual a tener miles de memes circulando en redes sociales; lo cual tiene un punto de cierto. Pero hace 40 años las cosas no funcionaban como hoy y esta relevancia se traducía en acciones. Tras el estreno de la película, la popularidad de tomar clases de karate creció exponencialmente, ya que muchos querían lograr la tan famosa patada de la gruña, misma que nos dio un final icónico de la historia del cine. Pero también otros momentos como el pulir y encerar, la técnica de pintar la cerca y la forma de atrapar moscas con palillos chinos han trascendido hasta nuestros días.