La balada de la isla, una canción al alma y corazón

Hay libros que te marcan de por vida, también existen las películas que te cambian la existencia pero, hay música, cantantes o bandas que te acompañan en los mejores y peores momentos. 

Todos tenemos un soundtrack de canciones que hemos escuchado a lo largo de la vida. Algunas nos divierten, otras nos sanan, pero todas nos acompañan. Recuerdo que al estar terminando mi carrera universitaria, un cantante de dúo mexicano muy famoso grabó un disco solitario que, como anillo al dedo, todas las canciones me quedaban para el momento que yo estaba viviendo. Un día me lo encontré en el cine, y le dije: “Leonel, tu disco es hermoso. Es una radiografía emocional de mí”. Leonel de Sin bandera me dijo: “Ya somos dos”. 

Es emocionalmente poderoso poder conectar con un intérprete, compositor, cantante de esta manera. Sentir que sus letras estuvieron contigo en una etapa importante es tener ese sentido de pertenencia que el ser humano debe de sentir a lo largo de la vida. 

Por eso, “La balada de la isla”.

Charles, un extraño ganador de la lotería que vive solo en una isla apartada, intenta hacer realidad sus fantasías haciendo que su cantante favorito, Herb McGwyer, actúe en un evento privado especial. No solo esto, como su cantante favorito era parte de un dúo de música folk con la que también tuvo una relación sentimental muy larga. Charles tratará, años después de esta separación, juntarlos para un último show que le ayudará a cerrar el ciclo que la muerte de su esposa le dejó un años anterior. 

“La balada de la isla” tiene virtudes cinematográficas evidentes como una gran fotografía, excelentes actuaciones y también un gran soundtrack que fue hecho exclusivamente para esta película. El dúo formado entre Herb y Nell, Tom Basdem y Carey Mulligan respectivamente, interpretaron 15 canciones originales que ayudan a contar una historia que, aunque no se ve en la película, la conocemos gracias a las poderosas letras y música. La forma tan inteligente en la que la película nos cuenta entre líneas la historia de sus personajes es conmovedora y extraordinaria. Sin contar que lo hace con un corazón enorme por medio de su personaje protagonista Charles (Tim Key). El trío actoral de la mano con la extraordinaria música convierte a esta película en una pieza de cine fuera de serie que logra trastocar al espectador de distintas formas y también de conmoverlo hasta las lágrimas. 

“La balada de la isla” hace algo muy bien, el contarnos una historia de ciclos no concluidos en el presente de los tres personajes y, entre líneas, un pasado que por medio de las letras y la música debemos entrelazar. Así el espectador se encuentra en una inmersión artística y emocional total a través de la música, la historia y el cine. Todos estos elementos funcionan en conjunto para comunicar un mensaje de reconciliación, perdón y madurez emocional por medio de vivir los duelos emocionales que a través de la vida todos podemos vivir. 

Así, “La balada de la isla” se vuelve para quien así le funcione, una película entrañable sobre las vicisitudes de la vida, la muerte y el amor. Llena de detalles simples y sencillos, pero hermosos, “La balada de la isla” Es la definición perfecta de una canción al alma y corazón.