La Cabeza de Joaquín Murrieta es un “enchilada western” que no tiene desperdicio - Spoiler Time
Spoiler Time

La Cabeza de Joaquín Murrieta es un “enchilada western” que no tiene desperdicio

Imagen principal de la nota
¡Viva México! La Cabeza de Joaquín Murrieta es un "enchilada western" que no tiene desperdicio. #PrimeVideo

Prime Video acaba de estrenar La Cabeza de Joaquín Murrieta, serie mexicana de 8 episodios producida por Dynamo, escrita por Mauricio Leiva-Cock y Diego Ramírez bajo la dirección de David Pablos y Humberto Hinojosa, que cuenta con las actuaciones de Juan Manuel Bernal, Alejandro Speitzer, Liam Sharpe, Emiliano Zurita, Steve Wilcox, Yoshira Escárrega, entre otros. Ese es un show serie del género western ubicada alrededor de la década de 1850 en la región de Texas que fue cedida por México a los Estados Unidos.

La historia gira alrededor de la figura de Joaquín Murrieta. Se asegura fue una especie de Robin Hood que recuperaba el oro arrebatado por los rangers a los mexicanos que se habían quedado del lado gringo después de la firma del tratado de Guadalupe-Hidalgo en el que México perdió la mitad de su territorio.

En ese contexto, la trama de la serie nos presenta al forajido Joaquín Murrieta (Juan Manuel Bernal) y su compañera china Adela Cheng (Becky Zhu Wu) cruzando la nueva frontera robando oro y devolviéndolo a las personas que habitaban originalmente las tierras. Se ofrece una recompensa por sus cabezas. Sin embargo, gracias a sus habilidades con las armas y con los cuchillos, ellos continúan su cruzada, matando a cualquiera que se les cruce en su camino. Pero, su relación se complica más adelante cuando Adela se entera que Murrieta también tiene planes para matarla.

Mientras tanto, un hombre llamado Carrillo (Alejandro Speitzer) pierde a su familia cuando no se adhieren a las órdenes de los rangers y no abandonan la tierra a tiempo. Los caminos de Carillo y Murrieta se cruzan cuando Adela es capturada por los mismos soldados que mataron a la familia de Carrillo. Ambos personajes tendrán que hacer equipo impulsado por la venganza, ya que quieren acabar con los malditos rangers y su líder, el despiadado Harry Love (Steve Wilcox), que además de sed de sangre tiene grandes objetivos políticos y tener la cabeza de Murrieta sería ideal para sus planes.

La Cabeza de Joaquín Murrieta es una gran producción llena de escenarios naturales y de sets de época. En este sentido la serie sobresale gracias al impresionante diseño de producción y dirección de arte en manos de Francisco Blanc y Katherina Rivero que logra representar en cada set de manera perfecta la época pre revolucionaria, ideal para un western de este tipo.

Otro de los puntos a subrayar, y que sorprende desde el primer minuto, es la excelente fotografía de Ximena Amann y Paulo Perez que, junto con la dirección de  Mauricio Leiva-Cock, Humberto Hinojosa y David Pablos, presentan verdaderas obras de arte en cada uno de los frames que conforman cada una de las 8 partes de esta historia.

Las actuaciones que presentan cada uno de los miembros del cast son grandiosas. A diferencia de otras series mexicanas que adolecen en cuanto a los diálogos y las intenciones de los histriones, aquí la diferente combinación de idiomas y acentos, que son una muestra de la diversidad cultural de la región, ayudan a que las interacciones se ven más verosímiles. Juan Manuel Bernal como Joaquín Murrieta es el forajido despreocupado típico de los westerns. Ofrece una actuación perfecta que realmente transmite la despreocupación del personaje por su propio destino, sentimiento que crece a lo largo de los episodios mezclándose con duelo, dolor y hasta miedo. Alejandro Speitzer, como Carrillo, sorprende en los primeros episodios y, aunque después su personaje es un poco relegado, representa el sentimiento de pérdida que tienen todos los habitantes mexicanos de ese lado de la frontera. La actuación de Becky Zhu Wu como Adela Cheng es impredecible y en momentos se gana la pantalla y se vuelve el centro de la atención.

La Cabeza de Joaquín Murrieta representa muy bien la diversidad cultural al presentar a varios grupos o tribus diseminadas por la frontera que son igualmente discriminadas, torturadas y masacradas por los rangers gringos. En este sentido, corre la fuerte crítica social contra el racismo que se mantiene hasta el final, pero este tema hace que la serie se sienta actual, contrastando con la fecha en que está ambientada. Aunque algunas veces esta diversidad cultural se vuelve en contra de la historia al llenarla de breviarios culturales que salen sobrando, se logra mantener la premisa y se vuelve una fábula en contra de la opresión y a favor de la humanidad.

En conclusión, La Cabeza de Joaquín Murrieta es una gran serie, que sobresale en el grueso de las producciones mexicanas al ofrecer una historia que aunque no es nueva, se agradece que se atreva a explorar narrativas y géneros como el western; que fueron muy explotados al inicio de la historia del cine mexicano y que sin duda se quedaron en nuestro ADN.

La espectacular producción, la hermosa dirección de arte y la cuidada fotografía (en un hermoso formato ancho), más las grandes actuaciones de los involucrados, en especial la de Juan Manuel Bernal, hacen de esta serie un “enchilada western” que no tiene desperdicio, de lo mejor que hemos visto en México en los últimos años.

No se la pierdan.

 

Más en Spoiler Time

Últimos estrenos
JustWatch
Serie - 6 episodios
Knuckles
Amazon Prime Video, Paramount Plus
Serie - 6 ep. de 55 min.
El caso Asunta
Netflix
Película - 1:28 horas
Sayen: La cazadora
Amazon Prime Video
Película - 1:20 horas
Hack Your Health: The Secrets of Your Gut
Netflix
Película - 1:43 horas
Fiesta en la Madriguera
Netflix