Con Top Gun: Maverick llegando al casi billón de dólares a nivel mundial, Joseph Kosinsky se coloca del lado de los directores más importantes y, de ahora en adelante de los más solicitados al haber demostrado que puede sobrellevar la perfeccionista forma de trabajar de Tom Cruise y algo se debe de aprender de eso. Ahora, Kosinsky vuelve con un proyecto en Netflix. Spiderhead es una película que intenta ser un thriller psicológico que de haber sido bueno podríamos haber tenido una de la mejores cintas de suspenso de la temporada y probablemente de la plataforma de streaming.
Chris Hemsworth y Miles Teller intentan sacar a flote a Spiderhead, la nueva película de Netflix
Spiderhead es la forma en que las neuronas se ven en una tomografía. La actividad cerebral se ve iluminada cuando tenemos reacciones o sensaciones, cualquiera que estas sean. La película toma la tesis de la química neuronal y la percepción de las cosas para llevarla al terreno del thriller.
Abnesty (Chris Hemsworth) es el dueño de una farmacéutica gigante y también investigador que descubre poderosos químicos que, suministrados de forma dosificada a un ser humano y con un propósito específico, pueden cambiar su perspectivas de las cosas. Jeff (Miles Teller), es un convicto que con tal de poder salir de la cárcel acepta entrar a un programa de prueba para que puedan jugar con sus sensaciones… pero todo se sale de control.
Es una pena que una tesis que pudo haber sido interesante y atrapante, haya resultado en un producto mediocre, sin sentido; un guion lo bastante incongruente, con hoyos. La historia de Jeff, que se supone es la que debería de conectar de inmediato con el espectador, es montada a cuentagotas, y cuando llega el momento cumbre de su giro, ya es demasiado tarde porque el espectador, aunque esté en su casa mirando una película, seguramente ya se distrajo ya que se siente aburrido.
El director ya nos ha demostrado que tiene lo suficiente para poder llevar adelante una historia bien dirigida, bien escrita y bien actuada. Sin embargo, cuando hay un mal guion de por medio, no hay nada que se pueda hacer. Los actores son buenos: Chris Hemsworth hace reír involuntariamente y tengo que decir que sí, parece que siempre actúa igual; Miles Teller se nota tan perdido en el personaje que lo hace mal todo el tiempo, porque su personaje ni él mismo lo entiende ya que está mal escrito, sin un contexto que genere una empatía por él.
La película intenta ser tan genial como El experimento (2001) de Oliver Hirschbiegel y no logra causar ni la claustrofobia, tampoco el miedo, ni mucho menos el suspenso. Es más, no le hubiera hecho ningún mal al guionista poder leer la obra literaria Black Box de Mario Giordano o ver El Cubo (1997) para entender un poco el comportamiento humano en una situación de encierro y cómo se debe retratar el juego de poder.
Lo cierto es que no estoy seguro si Spiderhead se toma realmente en serio a sí misma o quiere relajar al espectador con algunos toques cómicos, una tensión que de por sí ya es fallida.
Spiderhead es de esos productos de Netflix que nos hacen preguntarnos por qué son estrenados. Es una cinta más que pasa sin pena ni gloria.