A una semana del estreno de La Casa de los Famosos México, el programa más visto de la televisión mexicana en 2023, su segunda temporada ha generado una gran cantidad de conversación en redes sociales. De hecho, podría apostar que el nivel de actividad en torno a la serie ha sido tan alto como el de las últimas semanas de la primera temporada, en la que la participación del Team Infierno, especialmente de Wendy Guevara, quien terminaría por convertirse en la ganadora.
Y no es para menos. La primera temporada de este formato, basado en Big Brother y que el público mexicano no había visto en casi una década, creó el morbo necesario al mostrar a un grupo de personas, más allá de su fama, con diversas personalidades conviviendo en una misma casa 24/7, con comunicación casi limitada con el exterior. Parecía que el formato había quedado obsoleto, dado que el concepto del “gran hermano” que todo lo ve, una clara referencia a la novela 1984 de George Orwell, ya no contaba con el interés del público, que este había terminado por convertirse en el gran ojo a través de redes sociales.
Sin embargo, La Casa de los Famosos México demostró que el morbo trasciende lo que los participantes muestran en línea; son sus actitudes de todo aquello que no se ve detrás de cámaras, y que ahora el encierro revela pese a estar grabados todos el tiempo, lo que ha captado al público. Con la llegada de la segunda temporada, que aún lleva el impulso de la primera, la conversación ha surgido rápidamente entre los seguidores de este tipo de programa. El anuncio de los nuevos habitantes hizo que el público eligiera a sus favoritos y a aquellos que parecían menos propensos a proporcionar el contenido necesario para el rating del show.
Una semana después de su estreno, el público de La Casa de los Famosos México ha mostrado opiniones despiadadas sobre un juego donde los 4 millones de pesos en premio no están en juego para los espectadores. Así como dentro de la casa se han formado dos grupos, Mar y Tierra, las redes sociales también se han dividido, y esta vez el grupo Mar parece contar con un gran apoyo.
El equipo Tierra, formado por Adrián Marcelo, Agustín Fernández, “Gomita” (Araceli Ordaz), Mariana Echeverría, “Potro” (Luis Caballero) y Ricardo Peralta, ha sido el blanco de los ataques esta temporada. Muchos consideran que este grupo ha creado un ambiente de toxicidad dentro de la casa y en el desarrollo del juego, con el que muchos no están de acuerdo. Aunque hay algo de verdad en las opiniones de la gente, lo que es más preocupante es el odio específico dirigido a ciertas personalidades del equipo Tierra. Esto ha resultado en ataques de odio hacia Gomita, Mariana y Ricardo, quienes forman parte de grupos vulnerables: ellas son mujeres y él es un hombre homosexual.
Es evidente para quienes han seguido el show en sus primeros días que el comportamiento de estos tres personajes es cuestionable. Sin embargo, esto resalta un problema más profundo: los tres hombres heterosexuales del equipo Tierra no han recibido el mismo desprecio y ataque que los ya mencionados. No se trata de que los ataques se conviertan en parte del desarrollo del juego, ni de competir para ver quién recibe más o menos ataques, sino de que el formato de La Casa de los Famosos México ha generado una fiebre en el público que ha sacado a la luz lo peor del comportamiento social, insultando a los participantes con los peores vituperios posibles. Esto ha trasladado el ambiente tóxico del programa a la realidad, como lo demuestra la actitud de Poncho de Nigris, tercer lugar de la temporada anterior, quien se ha expresado negativamente sobre los nuevos habitantes en diversos espacios.
Pero el cuarto Tierra no es el único problema. El cuarto Mar ha generado simpatía al presentarse como “los buena onda”, aunque en realidad esconden sus propios demonios. Un ejemplo claro es Shanik Berman, una periodista que ha generado una gran ola de fanatismo por su personalidad desenfadada. Esta señora ha hecho varios comentarios fuera de lugar con información que gracias a su profesión tiene. Sin embargo, el público ha justificado su comportamiento y para ello han recurrido al infantilizarla, tomando en cuenta que es una mujer de 65 años, de la misma forma que se excusan las malas acciones de un niño cuando estas terminan por ser graciosas.
Y ni hablar de otros personajes de este mismo equipo como Karime Pindter, exintegrante de Acapulco Shore, quien también ha hecho comentarios hirientes hacia sus compañeros del otro equipo, pero que no han causado la misma polémica. Pero insisto no se trata de un show de insultos, se trata de ver que la realidad y la podredumbre social existe en todos los habitantes y que parece ser inerte del comportamiento humano, pero que como público decidimos aceptar o no de acuerdo a nuestra empatía con quien se encarga de mostrarlo.
En resumen, a solo una semana del estreno de la nueva temporada de La Casa de los Famosos México, el programa ha dado mucho de qué hablar. Aunque algunos consideran el formato como telebasura, pero desde una perspectiva de entretenimiento este ofrece un contenido altamente consumible y ha demostrado ser una mina de oro en la que las personalidades y características de los habitantes se potencian en el encierro. El juego como tal merece un estudio profundo desde una perspectiva psicológica y social, no solo de los participantes, sino también del amplio público que sigue el programa y que ha creado conclusiones apresuradas sobre un experimento diseñado para desestabilizar a quienes están dentro de la casa.