No todos los directores más reconocidos de nuestra época tienen la capacidad de explotar varios géneros, pero Wes Anderson además de brillar en el cine live action también se animó a aportar grandes historias animadas.
Sus únicas dos películas animadas en su filmografía son Isle of Dogs y Fantastic Mr. Fox, que además son stop-motion un género muy complejo y poco explorado. No obstante, Anderson logró conquistar a la critica y a la audiencia con estos dos proyectos. Exploremos más en profundidad estás dos producciones.
Comencemos con Fantastic Mr. Fox, su película de 2009. Basada en el libro infantil de Roald Dahl, la historia sigue las aventuras de Mr. Fox, un astuto zorro que se embarca en robos arriesgados contra tres granjeros malvados. Lo más particular de la cinta es su estilo visual único, lo cual siempre se destaca en las películas de Wes Anderson, su simetría meticulosa, paletas de colores específicas y enfoque en personajes excéntricos.
Además, el elenco de voces es realmente increíble, puesto que incluye a George Clooney, Meryl Streep y Bill Murray, entre otros. La combinación de la dirección distintiva de Anderson y la técnica stop-motion creó una experiencia encantadora y fuera de lo común, mezclando comedia, aventura y un tono más sofisticado en comparación con otras películas animadas más convencionales. Todo esto en medio de una reflexión sobre la identidad y el espíritu de lucha.
Las películas stop-motion no eran tan comunes en esa época, podemos contar con los dedos de nuestras manos las historias más destacadas en ese entonces, pero 2009 fue un gran año puesto que además de la cinta de Anderson también se estrenaron Mary and Max y Los mundos de Coraline.
Nueve años después, en 2018, tuvimos Isle of Dogs, la historia de un joven que busca a su perro en una isla de basura habitada por caninos exiliados. En este proyecto podemos volver a destacar algunos elementos similares como el estilo visual llamativo y otro elenco de voces espectaculares que incluye a figuras como Bryan Cranston, Edward Norton y Bill Murray, ellos le dan personalidades únicas y conmovedoras a cada uno de los personajes.
Por otro lado, la película aborda temas diferentes a las de Fantastic Mr. Fox como la lealtad, la amistad y la empatía, mientras explora la relación entre humanos y perros en un contexto futurista. La película combina elementos de aventura, humor y emoción en una narrativa que cautiva a la audiencia y a la crítica, puesto que fue nominada a varios premios.
Isle of Dogs es otra película visualmente impresionante de Wes Anderson, con un enfoque narrativo distintivo y que busca contar una historia emotiva y original sobre la relación entre humanos y nuestros fieles compañeros peludos. La película también refleja la influencia de las películas japonesas y la cultura popular asiática, ya que está ambientada en una versión ficticia de Japón.
Dos de las cosas que podemos destacar con estas dos películas es la capacidad de Wes Anderson de ambientar historias en distintos contextos culturales con éxito, más allá de la obvia inclusión del género stop-motion y la exploración de la dinámica familiar, la conexión entre padres e hijos, y la importancia de la unidad. No podemos nombrar muchos directores con este rango.
Además, Anderson se inspira en diversas fuentes, como la literatura, el cine clásico, la música y el arte visual a través de referencias sutiles y homenajes a diversas obras y estilos con una atención al detalle deslumbrante, desde la construcción de los sets hasta los movimientos de los personajes. Por ejemplo, en Isla de Perros, el director colaboró con el equipo de animación para lograr movimientos más suaves y realistas, contribuyendo enormemente a su riqueza visual y narrativa.
Por último, no podemos dejar de mencionar los premios de ambas: Fantastic Mr. Fox fue nominada a los Premios de la Academia y ganó el premio BAFTA a la Mejor Película Animada; mientras que gracias a Isle of Dogs ganó el Oso de Plata al Mejor Director en el Festival Internacional de Cine de Berlín y recibió nominaciones a los Premios de la Academia y a los Globos de Oro en la categoría de Mejor Película Animada.
Quizás ahora cuando pensamos en Wes Anderson se nos vienen a la mente sus películas live action como Asteroid City y The Grand Hotel Budapest, pero no podemos negar la vital importancia de sus proyectos animados en su reputación como director de élite.
En un escenario de la industria donde falta originalidad, sería realmente muy bueno que el director vuelva a explorar el género stop-motion. Es decir, el año pasado una de las películas más esperadas fue la adaptación de Pinocho de Guillermo del Toro, al público le siguen importando este tipo de proyectos.