La gran mentira de las películas bélicas: la comunicación en el campo de batalla - Spoiler Time

La gran mentira de las películas bélicas: la comunicación en el campo de batalla

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Discursos como los de Corazón Valiente o El retorno del rey son memorables. Pero... ¿son verosímiles?

En las películas bélicas, es común ver a los comandantes alzando la voz antes de comenzar el combate para inspirar a sus tropas y dar órdenes claras. Sin embargo, esta imagen heroica está lejos de la realidad histórica. La comunicación en el campo de batalla, especialmente en épocas medievales y antiguas, era un desafío logístico monumental que dependía de sistemas ingeniosos y herramientas rudimentarias.

En las guerras medievales y antiguas, la cadena de mando era esencial. Los generales comunicaban sus planes a los líderes de compañía, quienes a su vez los transmitían a los “sargentos” y soldados. Antes de la batalla, se compartían estrategias y órdenes detalladas, ya que una vez empezado el caos del enfrentamiento, modificar los planes era casi imposible.

 

Catherine McCormack and Mel Gibson on horseback together in a scene from the film 'Braveheart', 1995. (Photo by 20th Century-Fox/Getty Images)

Cuando se necesitaba cambiar órdenes en medio del combate, los ejércitos empleaban herramientas específicas como estandartes, cuernos y tambores. Estos no solo servían para inspirar la moral, sino también para indicar movimientos tácticos: un tipo de sonido podía señalar una retirada, un giro a la izquierda, un avance o una carga. Las banderas cumplían un rol similar, sirviendo como puntos de referencia visual para las tropas dispersas.

En situaciones más críticas, se utilizaban mensajeros a pie o a caballo, quienes corrían para transmitir información entre unidades o desde el comandante general. Esto implicaba que las decisiones eran lentas y muchas veces llegaban demasiado tarde para cambiar el curso de la batalla.

Si bien las películas bélicas han dado al público discursos que inspiran y emocionan, la realidad histórica era mucho más pragmática. Pero, claro, esta mezcla de ficción y realidad sigue fascinando a las audiencias y perpetuando el mito de la comunicación instantánea en los campos de batalla.

Tres grandes discursos bélicos en el cine

Corazón valiente

William Wallace, interpretado por Mel Gibson, se dirige a los guerreros escoceses justo antes de la Batalla de Stirling. Con el rostro pintado de azul, grita que la libertad vale cualquier sacrificio, incluso la vida. Su discurso culmina con la icónica frase: “¡Pueden quitarnos la vida, pero jamás nos quitarán la libertad!”. ¿Habrán escuchado los de las últimas filas?

El Señor de los Anillos: El Retorno del Rey

Aragorn, encarnado por Viggo Mortensen, lidera a los hombres en la batalla final contra las fuerzas de Sauron. Frente a las puertas negras de Mordor, proclama que no es el día de la derrota, sino uno para luchar con valentía. Su frase “¡Por Frodo!” y el avance solitario que inicia inspiran a sus tropas a seguirlo… al menos a los que estaban cerca de él, que pudieron saber que iban a defender el honor del personaje de Elijah Wood.

300

En esta película sobre la Batalla de las Termópilas, el Rey Leónidas (Gerard Butler) motiva a sus 300 espartanos en un discurso cargado de orgullo y desafío. La frase “¡No les den nada, pero tomen todo de ellos!” encapsula la actitud desafiante de los espartanos frente a un enemigo abrumadoramente superior en número. Quizás al ser un ejército más chico era más fácil comunicarse con todos y aquí sí fue escuchado por su tropa…

Video
https://www.youtube.com/watch?v=Qsma7OGcp6A

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