La historia detrás de la demanda a J.K. Rowling por Harry Potter - Spoiler Time

La historia detrás de la demanda a J.K. Rowling por Harry Potter

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¿La autora de Harry Potter es una plagiadora?

La saga Harry Potter, creada por J.K. Rowling, se convirtió en un fenómeno literario desde la publicación de su primer libro, Harry Potter y la piedra filosofal, en 1997. La historia de un joven mago destinado a enfrentarse al poderoso Voldemort no solo cautivó a millones de lectores en todo el mundo, sino que también marcó un antes y un después en la literatura juvenil. El universo mágico ideado por Rowling dio lugar a una de las franquicias más exitosas de la historia, con ocho películas producidas por Warner Bros., que consolidaron aún más el impacto de esta obra en la cultura popular.

Warner Bros. adquirió los derechos cinematográficos de Harry Potter en 1999, dando inicio a una serie de adaptaciones que transportaron la magia del mundo de Hogwarts a la pantalla grande. Las películas no solo ampliaron la base de seguidores de la saga, sino que también generaron ingresos multimillonarios, productos derivados y un legado que continúa vigente hasta hoy. Sin embargo, el rápido ascenso de la franquicia no estuvo exento de controversias, incluyendo demandas legales que buscaban cuestionar su originalidad.

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La demanda de Nancy Stouffer a J.K. Rowling

Se imaginan que cuanto más grande es una franquicia, más propensa queda a los escándalos, líos y problemas de egos. Bueno, Harry Potter no fue la excepción. Sin ir más lejos, tan solo un par de años después de que Harry Potter ya fuera un éxito literario y que los derechos de producción cinematográficos estuvieran en manos de Warner Bros., apareció la tan esperable demanda de plagio.

En 1999, cuando Harry Potter ya era un fenómeno literario y los derechos cinematográficos estaban en manos de Warner Bros., la escritora estadounidense Nancy Stouffer presentó una demanda por plagio contra J.K. Rowling y el estudio. Stouffer afirmó que Rowling había tomado elementos de sus obras publicadas en la década de 1980, especialmente del libro The Legend of Rah and The Muggles. Según Stouffer, en su obra aparecían conceptos como los “Muggles”, definidos como seres “no mágicos”, y un personaje llamado Larry Potter, que según ella habrían sido la base para los elementos más reconocibles de Harry Potter.

 

Sin embargo, en 2002, el tribunal desestimó la demanda al comprobarse que Stouffer había manipulado documentos para reforzar su caso. Las pruebas presentadas resultaron ser falsas, lo que no solo invalidó su acusación, sino que además le costó una multa de 50 mil dólares para cubrir los gastos legales de Warner Bros. A pesar del desenlace legal, esta controversia alimentó teorías conspirativas entre algunos sectores del público, aunque el caso quedó archivado como un intento fallido de reclamar derechos sobre la multimillonaria franquicia.

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