La mañana del 15 de julio de 1997, el modisto Gianni Versace de 50 años regresaba de desayunar en el local News Café, como solía hacer habitualmente, cuando fue abatido de dos tiros en la puerta de su mansión en Miami Beach. El trabajador sexual y asesino serial Andrew Cunanan le había disparado a quemarropa, acabando con su vida al instante. Ocho días después de cometido el crimen y cercado por la policía, el joven se suicidó en su casa flotante utilizando la misma arma homicida. Pero ¿por qué Cunanan decidió sumar una celebridad a su lista de víctimas? Aún hoy el móvil del crimen sigue siendo un misterio.
Basándose en los antecedentes delictivos de Cunanan, la Justicia determinó que el joven había actuado solo. Sin embargo, nunca se pudo comprobar conexión alguna entre el asesino y el diseñador, lo que condujo a la apertura de diversas hipótesis, entre ellas una que situaba a la Mafia como responsable del crimen.
Mientras aguardamos la nueva temporada de American Crime Story, repasamos los principales datos de uno de los casos más mediáticos de la historia de los Estados Unidos.
El asesino
Andrew Cununan vivía en California y ejercía la prostitución ante hombres mayores y adinerados, que solían hacerle lujosos regalos. A menudo mentía sobre su pasado familiar y se presentaba bajo el alias de “Andrew De Silva”, un hombre poderoso dueño de una fábrica en México. Antes de perpetrar el crimen por el cual sería mundialmente conocido, el joven de 27 años ya conformaba la lista de los 10 fugitivos más buscados por el FBI. Tenía como antecedente haber asesinado a 4 hombres homosexuales con los cuales había sostenido cierto vínculo. Al parecer, y según una de las teorías consideradas por aquel entonces, el criminal creía estar infectado de SIDA y tenía pensado vengarse contra todo aquel que pudiera haberlo contagiado. Sin embargo, esta sospecha fue derribada por la pareja de Versace que aseguró que el modisto desconocía a su asesino.
Otra de las hipótesis, manifestaba la posibilidad de que Cununan y Versace nunca se hubieran conocido y que el homicida cometiera el crimen con la intención de lograr reconocimiento en la historia.
La pareja
Versace mantuvo una relación de 15 años con el también diseñador y ex modelo Antonio D’Amico, que se desempeñaba dentro de la línea deportiva de la firma. Fue él quien, junto al chef de la residencia Charles Podesta, descubrieron el cadáver de Gianni.
Al momento de declarar, D’Amico confesó que junto al modisto solían contratar hombres para servicios sexuales. Estos eran llevados a la mansión de Versace en South Beach y se les hacía entrar por la puerta trasera del palacio. Aun así, D’Amico dejó bien en claro que ni él ni su pareja conocieron a Cunanan.
En su testamento, Versace le concedió a su compañero de toda la vida treinta mil euros mensuales como pensión y el derecho de ocupar cualquier propiedad del diseñador.
Testigos
A lo largo de la investigación que llevó apenas cinco meses, salieron a la luz distintos testigos que afirmaron haber presenciado un encuentro entre Versace y su asesino. Una de ellas fue una mujer de origen brasileño que habría entregado fotos y videos de una fiesta en Miami Beach donde coincidieron el modisto y Cununan. La fiesta databa del 13 de julio de 1997, dos días antes del asesinato.
La revista Vanity Fair publicó meses después del asesinato, una nota que relataba como ambos hombres se habían conocido en 1990 en un club nocturno de San Francisco llamado Colossus. El modisto se encontraba en la ciudad luego de diseñar unos trajes para la Ópera. Según un testigo, del cual no se cita el nombre, Versace señaló al joven diciendo conocerlo del Lago Como, en Italia. Cununan, muy complacido, le respondió: “Gracias por recordar, Signor Versace“.
Un amigo de Cununan, declaró al FBI que el joven no estaba obsesionado con Versace, sino con alguien de su entorno que además trabajaba para él. Se cree que esta situación podría haber originado celos en el homicida.
¿Un mensaje?
El cuerpo sin vida de Gianni Versace fue encontrado en la entrada de su mansión, con la particularidad de que a su lado se hallaba una paloma muerta. Al principio, la policía creyó que podía tratarse de un mensaje mafioso, pero este supuesto fue descartado rápidamente por falta de pruebas.
En 2010, Giuseppe Di Bella, un ex miembro de la mafia calabresa, declaró en el libro Metastasi que la muerte de Versace había sido un ajuste de cuentas por parte del capo de la organización Paolo De Stefano. En el mismo libro, Di Bella también asegura que el modisto blanqueaba dinero de negocios oscuros a través de su empresa. La familia de Versace no tardó en salir a desmentir tales declaraciones tildándolas de “vergonzosas” e iniciando acciones legales contra Di Bella.
Enemistades familiares
Era de público conocimiento que Gianni tenía una complicada relación con sus hermanos Santo y Donatella. En los últimos años previos a su asesinato, y a causa de ser diagnosticado de cáncer de oído, el modisto había delegado a su familia una mayor responsabilidad empresarial. Esta situación provocó una especie de rivalidad con su hermana Donatella, vicepresidenta de la firma y diseñadora de la línea de ropa casual de Versace, bautizada Versus. Donatella, además, sostenía una tensa relación con la pareja de Gianni y por ello el diseñador decidió alejarse de su tierra natal e instalarse en Estados Unidos.
En 1996, Gianni Versace escribió un testamento donde se aseguraba de dejar el 50% de su compañía a su sobrina Allegra, la hija de Donatella, con la que mantenía un vínculo muy fuerte. Desde 2004, año en que cumplió la mayoría de edad, la joven es la máxima propietaria del imperio Versace.
El funeral
El 24 de julio de 1997 se llevó a cabo el funeral de Versace en la ciudad de Milán. Allí concurrieron distintas personalidades de la moda y del espectáculo, incluyendo a la Princesa Diana de Gales, que moriría casi dos meses después. Naomi Campbell, Elton John, Sting y Giorgio Armani, fueron algunas de las celebridades amigas del diseñador que se hicieron presentes en la catedral milanesa para darle el último adiós.
