La Muchacha que Limpia nos entrega una primera temporada con altibajos - Spoiler Time

La Muchacha que Limpia nos entrega una primera temporada con altibajos

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#Lamuchachaquelimpia tiene buenos personajes, pero no siempre logra contar bien su historia.

Con la llegada de HBO Max el pasado 29 de Junio al territorio latinoamericano, la primera temporada de la nueva serie de WarnerMedia, La muchacha que limpia, quedó disponible completa para quien no quisiera esperar los estrenos semanales. 

La serie, que está basada en una producción argentina, desarrolla, con altibajos, la historia de Rosa, una mujer que, para poder cuidar de su hijo, queda en el medio de una trama de corrupción y asesinatos muy peligrosa.

Fuente: HBO

La historia de Rosa no es en nada original: es una madre soltera que carga sobre sus hombros el bienestar de su hijo quien, además, tiene problemas de salud. Miles de mujeres alrededor del mundo pasan sus mismas penurias. Y quizás por ello es que enseguida simpatizamos con ella: entendemos sus obsesiones, sus asperezas y las decisiones que toma, aunque esas decisiones la terminen llevando a ser cómplice en una serie de homicidios muy crueles. ¿Quién podría asegurar que, estando en su posición, con las necesidades que ella atraviesa, no haría exactamente lo mismo para darle a su hijo la posibilidad de curarse? 

En general, nada de lo que se muestra en La muchacha que limpia nos sorprende, porque ¿quién no sabe que los ricos y famosos pueden salirse con la suya en cualquier parte del mundo? Y sin embargo, la serie de HBO Max, hace un buen trabajo en convertir esos personajes tan clásicos, tan comunes, tan del día a día, en figuras entrañables de las que cuesta despegarse.

No solo Rosa, incluso el Chaparro, el gran criminal encargado de limpiar los desastres de los Valladares termina siendo un personaje entrañable, que tiene claro que cada uno hace lo que puede para sobrevivir, aunque eso signifique encubrir homicidios terribles. No podemos odiarlo, ya que, como Rosa, sabemos que no está allí por decisión propia sino por necesidad. 

Fuente: HBO

Sin embargo, no alcanza solo con estos personajes tan cotidianos, tan entendibles. La muchacha que limpia por momentos parece dar vueltas una y otra vez sobre lo mismo, con unos policías bien tercermundistas que parecen ir siempre varios pasos por detrás (por más que se lo muestre al detective Correa en posición pensativa e intentando conseguir información internándose en los submundos de la noche) y una familia que no logra vendernos toda su crueldad y despotismo. Cuesta creer que esos hombres adinerados que solo vemos tomar whisky y pasearse por fiestas mientras le echan el ojo a jovencitas sean las masterminds detrás de semejante red del crimen. 

La serie se tarda demasiado en revelar los motivos de los asesinatos y las conexiones entre unos y otros personajes y esto no siempre le juega a favor. Aunque deseamos ver a Rosa triunfar y Damayanti Quintanar hace un trabajo exquisito interpretándola, eso no siempre alcanza para mantenernos atentos a la trama del show.

Fuente: HBO

Por otro lado, hay que destacar el final de temporada de La muchacha que limpia. La serie abre la puerta a mostrar todavía más aristas en esta red de poder y corrupción, con Rosa siempre en el medio gracias a sus talentos para la limpieza. La gran pregunta es si, ya sin la excusa de la salud de su hijo, Rosa seguirá eligiendo formar parte de este mundo tan injusto o podrá salirse de él. Para saberlo, necesitaremos una segunda temporada.

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