Para el público, Eterno resplandor de una mente sin recuerdos es una obra maestra indiscutida. Pero para Jim Carrey, el rodaje de este drama romántico de 2004 fue una de las experiencias más desafiantes y, tal vez, la peor de su carrera.
Después de demostrar su talento como actor dramático en The Truman Show, Jim Carrey se adentró aún más en terrenos emocionales bajo la dirección de Michel Gondry con este drama que encabezo junto a Kate Winslet. Sin embargo, lo que parecía ser un reto profesional terminó convirtiéndose en un proceso lleno de incomodidades. El director francés implementó métodos poco convencionales, algunos de los cuales podrían considerarse emocionalmente tortuosos.
Métodos poco ortodoxos de Michel Gondry
Uno de los momentos más controvertidos del rodaje ocurrió cuando Michel Gondry contrató a Ellen Pompeo para interpretar a la exnovia de Joel, el personaje de Jim Carrey. Según el actor, esto fue una decisión deliberada, ya que Ellen Pompeo tenía un parecido físico con Renée Zellweger, quien había sido su pareja y con quien había terminado recientemente en circunstancias dolorosas. Michel Gondry, por su parte, negó estas acusaciones y dio a entender que el personaje fue eliminado porque no aportaba a la narrativa.
El aislamiento fue otra herramienta que Gondry utilizó para moldear a Carrey en el rol de Joel. El director le daba instrucciones contradictorias en el último momento, le prohibía improvisar y lo mantenía alejado del resto del elenco. Estas tácticas, según Gondry, buscaban mantener al actor en un estado constante de vulnerabilidad, reflejando la fragilidad emocional del personaje.
Para agregar más tensión, Gondry adoptó un enfoque completamente diferente con Kate Winslet, quien interpretaba a Clementine. A ella le permitió explorar el costado más cómico y espontáneo de su personaje, dejando a Carrey confundido y frustrado. Este contraste entre los actores, según el director, era intencional y buscaba reforzar la dinámica desigual entre los protagonistas.
Aunque el proceso fue difícil, el resultado final fue una de las actuaciones más aclamadas de la carrera de Jim Carrey. Eterno resplandor de una mente sin recuerdos no solo ganó el Oscar al Mejor Guion Original, sino que también se consolidó como un clásico moderno.
Además, con el tiempo, las tensiones entre Gondry y Carrey se resolvieron, lo que permitió que colaboraran nuevamente en Kidding, una serie profundamente emocional que reafirmó el talento de ambos.
Entonces, ¿valió la pena la “tortura”? Para el público, sin duda. Para Jim Carrey, quizás sea una pregunta que solo él pueda responder.