La serie que demuestra que lo normal está MUY sobrevalorado

El 11 de Agosto de 2017 Netflix lanzó una nueva serie original: Atypical. Escrita y creada por Robia Rashid, co productora de How I Met Your Mother, este show sigue la historia de Sam, interpretado por Keir Gilchrist, un adolescente de 18 años que se encuentra dentro del espectro del autismo y que está deseoso de salir al mundo.

¿Pero quién es Sam, además de un adolescente con autismo altamente funcional? Sam es un nerd. Sam está obsesionado con la Antártida. Con los pingüinos, precisamente. Sam es honesto. Atento. Brillante. Despiadado. Frágil. Curioso. Sensible. Sam es un adolescente con sueños, deseos, ansiedades como cualquier otro, pero su forma de expresarlos no siempre será la adecuada. Su forma de conectar con el mundo es compleja y, a veces, terrible.

Junto a Sam, tenemos el placer de conocer a todo su entorno, su familia, sus pocos amigos y su terapeuta. Todos los personajes de Atypical se caracterizan por su humanidad, su humor y su amor por Sam.

La familia de Sam está compuesta por su sobreprotectora madre, Elsa, su despreocupado padre, Doug, y su hermana menor, Casey. Cada uno de estos personajes tiene una relación diferente con Sam, pero, además, y esto me ha resultado muy interesante, no son sólo satélites que orbitan alrededor del protagonista, sino que cada uno tendrá una historia que contar.

El conflicto principal del show será que Sam desea salir al mundo y tener sexo. Sin ningún tipo de filtro, Sam expone eso en la mesa familiar, donde cada uno sentirá algo diferente. Mientras Casey, su hermana menor, se lo toma con humor y Doug intenta no darle demasiada relevancia, es Elsa quien entra en pánico. No quiere ni imaginar a su pequeño niño en medio de una relación amorosa, con todo lo que eso implica.

Por supuesto, Elsa busca a quien culpar ante estas ideas nuevas de Sam. Y el dedo acusador apunta a Julia, la psicóloga de Sam, una jovencita adorable que intenta enseñarle a su paciente que puede ser capaz de llevar una vida relativamente normal a pesar de su condición.

La historia se desarrollará mientras todos intentan explicarle a Sam qué es el amor, cómo es estar de novio con una chica, qué es estar enamorado. Sam, aplicado, irá tomando notas tratando de hacer una taxonomía del amor. Guiado por las respuestas que va obteniendo, Sam decide que está enamorado de Julia, ya que es la persona con la que él se siente más cómodo y quien más lo ha ayudado y confiado en él.

Sin embargo, luego de una serie de eventos, Sam decide que antes de poder estar con Julia, debe tener una novia de práctica, con quien volverse un experto en el tema amoroso. Así, aparece Paige, una compañera de colegio que está enamorada de él y que es un tanto particular. 

Mientras Sam experimenta con Paige, el resto de su entorno deberá intentar acomodarse a esta nueva realidad. No será nada fácil. Elsa no sabe hacer otra cosa más que ser la madre de un niño con autismo. Ha dedicado toda su vida a esto. Se encontrará explorando nuevos caminos para intentar decidir quién es, además de la madre de Sam.

Doug hallará nuevas formas de relacionarse con su hijo, con quien siempre tuvo una relación difícil. Sam confiará en su padre y en su mejor amigo Zahid (un nerd que me recuerda mucho a Howard y Raj de The Big Bang Theory) para que le den consejos acerca de cómo conquistar a las mujeres y cuáles son los pasos a seguir dentro de una relación de pareja.

Por otro lado, su hermana Casey deberá decidir si quiere seguir su camino o permanecer al lado de Sam, quien la necesita mucho, sobre todo durante su estadía en el colegio, donde, por supuesto, el bullying está a la orden del día y Sam lo sufre como cualquier otro distinto en una institución escolar.

El personaje de Casey y su relación con Sam es, para mí, una de las cosas más bellas de la serie, ya que sin llegar a ser dramáticos nunca, se nota el amor que ambos se tienen y cómo han formado un lazo que es mucho más fuerte, tal vez, que el que tienen con sus padres. Desde el silencio y la complicidad, Casey y Sam se acompañan mientras su familia toma rumbos inesperados.

Atypical es una serie sobre un protagonista dentro del espectro del autismo y, sí, gran parte de su trama tiene que ver con ésto. Sin embargo, creo que lo más maravilloso de este show es cómo nos demuestra que es muy difícil poner en palabras algo que todos vivimos naturalmente: el amor.