La trilogía animada de El Señor de los Anillos: análisis, curiosidades y polémicas

Peter Jackson no fue el primero en llevar al cine los libros de J.R.R. Tolkien. Dos décadas antes de que llegara a los cines la primera de las películas de acción real/CGI de Jackson, se crearon tres versiones animadas en el espacio de tres años, y por dos animadores diferentes.

Muchos parecen confundidos acerca de cómo estas películas encajan entre sí. ¿Cuál es el orden cronológico? ¿Son todas canon? ¿Cuentan una historia congruente y continua? Todas estas preguntas y más espero responderlas en este artículo en el que te hablaremos de la trilogía animada de El Señor de los Anillos.

Nuestra aventura comienza en 1977 con el lanzamiento de la adaptación de El Hobbit. La producción corrió a cargo de Rankin/Bass Productions, Inc., y sus dueños, Jules Bass y Arthur Rankin, actuaron como productores y directores. La adaptación para la pantalla estuvo a cargo de Romeo Muller.

Rank and Bass Animated Entertainment era una compañía de producción estadounidense conocida principalmente por los especiales de televisión de temporada. Tradicionalmente las películas animadas a menudo eran editadas por compañías japonesas y El Hobbit no era diferente siendo animado por el Estudio Topcraft, un precursor de Studio Ghibli. El concepto artístico se completó en el estudio Rankin / Bass en Nueva York bajo la dirección de Arthur Rankin.

Jules Bass adaptó principalmente la narración original de Tolkien para los interludios musicales de la película, extraídas principalmente de las canciones que aparecen de manera destacada en la novela. Marie Law fue llamada para ayudar con la composición de la única banda sonora original de la película: La gran aventura: La balada del hobbit. La canción fue cantada por Glenn Yarbrough, que puso voz a Bilbo en los fragmentos musicalizados.

Escúchala, es épica.

🙂

Apegarse al material original escrito por J.R.R. Tolkien fue increíblemente importante para el equipo. A Rankin le encantaban las obras de Tolkien y decidió que no se agregaría nada a la historia. Así, la película captura la maravilla y la magia de la novela original y las desviaciones más notables de la historia fueron la compresión de algunas escenas y la eliminación completa de otras debido a las limitaciones de tiempo de una función de televisión. El héroe aventurero Bilbo Baggins (Orson Bean) está acompañado por el conocido director y actor John Houston como la voz de Gandalf.

Esta película fue recibida con críticas mixtas. El Hobbit fue vista como algo sin sentido, y hasta los fans continúan divididos hasta el día de hoy. Sorprendentemente, los mayores detractores fueron los críticos de animación. La crítica mayor fue hacia los cambios tan drásticos en la apariencia de los personajes.

Por otro lado, otros críticos elogiaron los diseños únicos de Topcraft y aplaudieron la capacidad de la película para adaptar la historia en una película para televisión y disfrutaron de su versión simple pero efectiva de la novela. No en vano en 1978, Romeo Muller ganó un premio Peabody por esta adaptación. A su vez, la película también fue nominada a un Premio Hugo a Mejor presentación dramática, pero perdió ante Star Wars.

Rank and Bass Animated Entertainment estaba preparando una secuela, pero algo más aparecía en el horizonte…

Siempre se dijo que El señor de los anillos era una serie de libros que sería imposible adaptar a la pantalla, pero desde 1969 se había estado desarrollando. Se dijo que un infame borrador de la película incluía a The Beatles en papeles destacados. Incluso los directores David Lean y Stanley Kubrick fueron contactados para dirigir la cinta. Este último dijo que una adaptación no sería filmable.

En 1975, Ralph Bakshi convenció a United Artists para producir El señor de los anillos como dos o tres películas animadas, así como una precuela de El Hobbit. Se comenzó a trabajar en los guiones y los guiones gráficos, pero una serie de conflictos, dramas y despidos dieron como resultado que Bakshi desarrollara el guion él mismo. Sin embargo, escribir el guion de El señor de los anillos no fue un proceso fácil y se escribieron muchos borradores y se trabajó con muchos guionistas.

En 1978, Ralph Bakshi lanzó su adaptación del clásico de J.R.R. Tolkien, El señor de los anillos, comprendiendo La comunidad del anillo y la primera mitad de Las dos torres.

Se utilizó rotoscopia, una técnica de animación en la que se filman secuencias de acción en vivo y luego se animan. La publicidad de la película anunció que Bakshi había creado la primera pintura cinematográfica utilizando una técnica completamente nueva en la realización cinematográfica. Esta nueva forma de animación ahorró el costo de producción y le dio a los personajes animados un aspecto más realista.

La realidad es que hasta ese momento, las películas animadas no habían representado escenas de batalla extensas con cientos de personajes. Al usar el rotoscopia, Bakshi podía trazar escenas altamente complejas a partir de secuencias de acción en vivo y transformarlas en animación. Algunos de los actores que contribuyeron con sus voces a esta producción también actuaron sus partes para escenas rotoscopiadas. Si a esto le sumamos que Christopher Guard fue elegido sorprendentemente como Frodo y sorprendió a muchos con su actuación, la película no podía fallar… O sí, según los críticos.

Las críticas de las películas fueron numerosas y variadas, y muchos cantaron las alabanzas a Bakshi por su intento de abordar la película imposible, pero muchos fueron casi viciosos con su odio hacia ella: culparon a la animación experimental y despreciaron el final. Para colmo de males, muchos fanáticos sintieron que les habían robado una conclusión ya que la película se titulaba El señor de los anillos y creían que incluiría la historia completa.

Sin embargo, la película fue un éxito financiero. Y no solo eso: ganó un Premio Hugo a Mejor presentación dramática, un Grifo dorado y fue nominada a un Globo de Oro a Mejor banda sonora original y a los premios Saturno a Mejor película de fantasía. Actualmente, El señor de los anillos ocupa el puesto 36 en el ranking de la revista Timeot de las mejores películas de animación y está clasificada dentro de las mejores películas animadas de todos los tiempos por la Sociedad de críticos de cine.

A pesar de su éxito, la naturaleza controvertida de la película aseguró que ninguna de las secuelas propuestas o la precuela de El Hobbit tuviera luz verde y la historia de Ralph Bakshi quedara sin terminar, pero este no fue el final de las películas animadas de la Tierra Media…

Después de la emisión original de El Hobbit de Rankin/Bass Productions, Inc., en ABC se dio luz verde al trabajo en una secuela y comenzó el desarrollo con la producción de El regreso del rey. La misma comenzó bajo la supervisión de la mencionada Rankin/Bass Productions, Inc. con el título original El Hobbit 2. El elenco original de la película anterior de la productora regresó para repetir las voces de los personajes con nuevos actores que se unieron a ellos.

La animación fue completada otra vez por la compañía de animación japonesa Topcraft. Una vez más hay que mencionar la fenomenal banda sonora que, si bien no alcanza la alta calidad de la banda sonora de The Hobbit de 1977, aún así logra incluir algunas pistas fenomenales.

La película siguió la trama básica de la novela El regreso del rey, sin embargo, debido a su tiempo de ejecución corto, se hicieron muchas omisiones en el libro, como por ejemplo que Aragorn no tiene mucho diálogo o tiempo en pantalla a pesar de ser el rey del título de la película.

La recepción de esta cinta ha dividido a los fanáticos (sí, ¿cuándo no?) hasta el día de hoy. Algunos fanáticos la ven como una adaptación que tanto los padres como los niños pueden disfrutar, mientras que los más críticos lo ven con desdén, a menudo comparando la película desfavorablemente con el intento de Ralph Bakshi, que fue notablemente más oscura en tema.

El estreno de la película no fue fácil por problemas de herederos. Rankin/Bass Productions, Inc. no habían asegurado los derechos de televisión en Estados Unidos y Canadá para el libro. La demanda se resolvió de manera amistosa y pacífica lo que permitió proceder con el estreno en Mayo de 1980.

Esta es de lejos la pregunta más fácil y directa de responder. Increíblemente el orden cronológico de las películas coincide con el estreno de las películas.

En resumen, sí y no. En ausencia de una secuela oficial de El señor de los anillos de Ralph Bakshi, El regreso del rey ha llegado a ser comercializada por Warner Brothers como la parte final de una trilogía animada precedida por El hobbit, a la que Rankin/Bass Productions, Inc. presentó originalmente El regreso del rey como una secuela directa. Desde entonces, las tres películas han estado disponibles como un paquete e impulsan la narrativa de que siempre se supuso que serían una trilogía.

Lo extraño es que Rankin/Bass Productions, Inc. comenzó a trabajar en El regreso del rey como una secuela directa de El hobbit antes de que Ralph Bakshi lanzara su versión de El señor de los anillos.

El plan de convertir las tres películas en una trilogía completa es una invención total. Las películas de Rankin/Bass Productions, Inc. son musicales muy estilizados que se prestan a una audiencia más amigable para los niños, mientras que la adaptación de Ralph Bakshi es mucho más oscura a su vez, sin rehuir los elementos más crudos del trabajo de Tolkien. La forma más obvia de decir que estas formas nunca estuvieron destinadas a ser una trilogía es el estilo artístico y la animación: Rankin/Bass Productions, Inc. tiene un estilo de animación completamente diferente al de Ralph Bakshi.

El hecho de que las tres películas parezcan contar una historia congruente es completamente coincidente. Los ritmos narrativos similares son simplemente el resultado de adaptar la misma serie de libros y no tienen nada que ver con un plan para crear una historia de múltiples películas de película en película.

En conclusión, la afirmación de que las tres películas conforman una trilogía no oficial es solo una feliz coincidencia que un equipo de marketing pudo exponer y aprovechar.