La venganza del Hip-Hop

El nuevo drama de Netflix, The Get Down, cuenta, desde un grupo de jóvenes, el nacimiento del hip-hop en el Bronx de 1977 y cómo una gran cantidad de estilos musicales aportaron a que sea hoy uno de los géneros musicales más importantes de la industria. Ambientada en la caótica y desenfrenada Nueva York -al igual que se pudo apreciar en Vinyl-, creada por Baz Luhrmann y un gran elenco de figuras ya consagradas y jóvenes que exhiben un talento descomunal.

Los dos primeros capítulos -el piloto dura 90 minutos aproximadamente- no son parejos en intensidad, calidad y narrativa, pero sí dejan en claro que hay una historia muy interesante por delante y un elenco lleno de estrellas que le aportarán frescura y un carácter imponente, una revolución narrativa desde la pretensión de Luhrmann, algo característico en todos sus trabajos.

¿Será la salvación del tándem Música-Series? Cabe recordar que el paso errático de la serie de HBO, Vinyl, producida por Scorsese y Mick Jagger, dejó muchos fans a la espera de más, pero su narrativa irregular, con mucho fuego de artificio y poca energía, no la llevaron a renovar para una segunda temporada. Luego, y casi por terminar su primera temporada, Roadies también debió ejecutar algunos cambios durante su temporada debut porque tampoco logró afianzar un público y un estilo. ¿Podrá The Get Down pegar ese volantazo?

El productor musical, director de cine y showrunner del nuevo proyecto de Netflix, tiene una gran trayectoria en el séptimo arte con un andar irregular. El pico máximo de su filmografía siempre fue Moulin Rouge (2001), coronada con un par de premios Oscar. Pero en el resto de sus obras siempre pecó de ostentación, algo que en los primero 90 minutos también sucede en su más reciente obra, pero por suerte al ser una serie tiene varios capítulos más para expresar una historia y es aquí donde Luhrmann puede arremeter un cambio rotundo.

Pedirle a un director que resigne su estilo es un tanto arriesgado y prepotente, pero que se adapte a un formato no tan habitual en su trayectoria, fue el gran acierto de Netflix. Además, el apoyo incondicional desde los productores ejecutivos que pese a los retrasos y el haber pasado los límites del presupuesto en más de una ocasión, no puso en peligro el proyecto y continuó.

The Fantastic Four Plus One y Grandmaster Flash, interpretado por Mamadou Athie que también fue productor de la ficción, son algunas de las claras referencias a la época y exponentes de la música que la serie intenta abordar. Esto es un gran acierto y demuestra el trabajo realizado en la previa para poder contar una historia con raíces profundas. Pero también la serie insiste en poner en contexto lo que sucedía en otras artes con referencias a Kung Fu, la serie de TV y Star Wars, la saga que revolucionó el cine de ciencia ficción y el coleccionismo.

Ya que atañe a las cuestiones de corrupción política y la renovación urbana, dedica escenas enteras a la mecánica de dejar caer la aguja en el disco y explora los sacrificios y compromisos que los artistas hacen cuando tratan que sus sueños se hagan realidad.

Centrándose en el aspecto estrictamente musical, luego de un comienzo poco equilibrado y potente –Luhrmann en estado puro-, los sentimientos de los personajes comienzan a ser reflejados por la música o la misma empieza a ser una herramienta de escape para la mayoría de ellos. Claro que, a pesar de los grandes actores que ocupan un lugar en la trama como Jimmy Smits (Sons Of Anarchy), Giancarlo Esposito (Breaking Bad) y Michel Gill (Mr. Robot), por mencionar algunos, los jóvenes, el futuro de estos estilos emergentes, son quienes se roban la pantalla.

Ezequiel y Mylene, interpretados por Justice Smith y F. Herizen Guardiola, un rapero en potencia y una cantante aspirante a estrella de la música disco respectivamente, son los grandes protagonistas de esta historia de amor, en primera instancia, y música luego. Con grandes momentos musicales la relación se planta como la gran historia de la serie y argumentos secundarios sólidos que construirán un drama musical potente.

Hay una base sólida con grandes jugadores e historias verdaderamente involucradas con el hip-hop para hacer de The Get Down una serie con personalidad propia, de fuertes lazos con la música de los 70 y con las nuevas generaciones. Ezequiel, Mylene y una banda sonora emocionante, serán los cimientos más fuertes para convertirla en una de las series del 2016 y dejar el camino allanado para la llegada de Luke Cage, otro héroe símbolo del Black Power y el hip-hop como máximo emblema.