Las 5 escenas mejor musicalizadas

Sin lugar a dudas, The Handamaid’s Tale es una de las series más importantes del año. Parece tenerlo todo: una belleza visual única, con un uso de los colores y la iluminación perfectos, una historia terrible y atrapante y unas actuaciones superlativas. Ninguno de los artistas involucrados en esta producción parece alejarse del nivel de excelencia.

Por supuesto, la musicalización no se queda para nada atrás. Aquí haremos un recuento de las escenas en las que la comunión entre imagen y música es absolutamente perfecto. 

En el episodio tres podemos ver a través de los flashbacks de Offred/June el primer paso que las grandes mentes de Gilead tomaron para subyugar al género femenino. Éste fue desposeerlas de todos sus bienes materiales. Ante esta normativa, la gente salió a las calles a protestar, sólo para darse cuenta de que el ambiente ya no permitía manifestaciones de descontento.

Poco a poco, mientras la violencia aumenta en las imágenes, comienza a filtrarse una versión del clásico Heart Of Glass de Blondie. Mucho más lenta, con la incorporación del sonido de violines, el clásico de los 80 se mezcla con los ruidos de los disparos, los estruendos, los gritos, las corridas, las expresiones de confusión y miedo. Así como en la letra de la canción se habla acerca de la realización de que un amor que se creía perfecto no lo es tanto, en los rostros de June y Moira podemos apreciar cómo poco a poco van cayendo en la cuenta del destino que les espera.

El episodio tres termina con una de las escenas más brutales de toda la serie. Emily/Ofglen, luego de haber visto cómo colgaban a su amada, se despierta en el hospital adolorida. Mira hacia sus genitales tratando de comprender qué es lo que le hicieron, cuando la Tía Lydia entra y le da a entender la mutilación que le han realizado. Emily ya no podrá desear porque le han quitado su clítoris. 

La enormísima Alexis Bledel muestra en primerísimo primer plano la desesperación, la furia y el dolor inmenso que la embargan. La sed de venganza, la incredulidad y el espanto. Todo esto mientras unos acordes punk comienzan a sonar. Waiting For Something, de Jay Reatard, grita: It’s not complete/I must compete/Stand on my feet/ Live with these creeps. Emily también grita, llora, explota en lágrimas. Sus ojos transmiten todas las emociones. La canción la acompaña en la sensación de saber que su tortura no ha terminado.

Al finalizar el episodio siete, luego de habernos enterado todo lo que sucedió con él y cómo terminó llegando a Canadá, Luke recibe finalmente la pequeñísima nota que June le ha enviado a través del funcionario mexicano. Como en la escena de Emily que antes comentábamos, el primerísimo primer plano nos ayuda a ver en la expresión de Luke el alivio de saber que su mujer está viva. Como una promesa que Luke le hace a June a la distancia, empezamos a escuchar Nothing Is Gonna Hurt You Baby, de Cigarrettes After Sex. La baladita dulce y sensual promete que nada va a pasarle, mientras esté con él. Sabemos gracias a la perfecta sincronía entre la música y la imagen que Luke moverá cielo y tierra para volver a tener a sus mujeres con él y protegerlas.

Sobre el final del episodio número nueve, luego del fracaso en Jezebel y la tragedia de Janine, June se encuentra en la carnicería con que sus palabras lograron despertar a Moira de su pánico y le hizo llegar el paquete que la resistencia tanto ansiaba. Mientras June siente la felicidad de saber que su amiga no ha perdido las esperanzas, vemos a Moira completamente sensual y peligrosa como en los viejos tiempos, con un pequeño puñal hecho de las partes de un retrete forjar su huida de Jezebel. De fondo, el electropop oscuro de The Knife nos envuelve, con su tema Wrap Your Arms Around Me, con una letra que habla de reencuentros y de recuperar el tiempo perdido. Moira se sube a un auto con una sonrisa perfecta y sangre en sus manos y huye.

En el último episodio, las Criadas se niegan a lapidar a Janine por haber puesto en peligro la vida de su bebé al intentar saltar del puente. La compañera de June (la nueva Ofglen) es salvajemente golpeada por haber reaccionado, despertando a todas de su perplejidad. June pide disculpas con humildad irónica a la Tía Lydia y suelta la piedra con la que tendría que asesinar a Janine. Sus compañeras la imitan. Ante la negativa grupal, les ordenan retirarse. En una fila perfecta, las Criadas se retiran por las calles cada una a su casa. En nuestras cabezas resuena la frase que June dijo previamente: Si no querían que fuéramos un ejército, no deberían habernos uniformado. La fila de Criadas parece un desfile. Junto a su marcha, escuchamos a la gran Nina Simone con su clásico Feeling Good. La promesa de tiempos mejores, donde la sororidad entre las mujeres reine, está germinando. La esperanza no está muerta. Es un nuevo día, como dice Nina Simone.