Como sucede con un montón de cuestiones en la industria audiovisual, la representación del sistema judicial en la ficción ha creado algunas ideas en la audiencia que son falsas y aquí las desmentimos.
Las películas y series legales impactan mucho en la percepción pública del sistema judicial

1 No todos los sistemas legales son iguales
Estamos tan acostumbrados a ver juicios al estilo de Estados Unidos que quizás pensamos que en todos los lugares son iguales. Bueno, no. Las leyes cambian continuamente y los sistemas judiciales también.
Todas las cosas que suceden en los juicios ficticios de Estados Unidos es casi imposible verlas replicadas en juicios de Argentina, México, España, Uruguay, Sudáfrica, Gran Bretaña o Japón.
2 Cómo funcionan los cargos
Los jueces no pueden presentar cargos contra nadie. Los jueces no pueden presidir un expediente judicial con un acusado y ordenar al fiscal que presente cargos contra otra persona, presente o no en la sala del tribunal.
Esto se debe a que hay tres actores clave en un juicio de derecho penal: el juez que preside, el fiscal y el acusado. El Juez debe ser la parte neutral que diga cuál es la ley. El fiscal tiene el poder de presentar cargos y probarlos más allá de toda duda razonable; y el acusado tiene derecho a defenderse de los cargos en su contra con un abogado que lo represente.
3 La vestimenta
Los acusados no tienen que usar “ropa de prisión” para sus juicios. Las películas y series encuentran que esto es un estilo dramático para los espectadores, pero se considera extremadamente perjudicial para el acusado, especialmente si su juicio es frente a un jurado.
Por otro lado, los abogados no son tan glamorosos como se presentan en algunas series y películas. Y los jueces no suelen usar esa peluca blanca y larga que a veces aparece en las producciones.
4 Los tiempos judiciales
Algo muy común es ver que los juicios se resuelven muy rápido en las series y películas. Semanas, un par de meses o a lo sumo un año puede ser el tiempo que duran en la ficción, pero no es así.
En primera instancia, el tiempo de los juicios siempre depende de la complejidad de cada caso, pero incluso los que parecen más “sencillos” pueden durar varios años y existen muchos cambios en el medio del mismo. Algunos nunca tienen un veredicto firme.
5 No todo se resuelve en la corte
Conectado con el punto anterior está el hecho de cómo en realidad se resuelve cada juicio. Como decíamos, algunos no tienen solución, pero muchos también se resuelven fuera de los lugares comunes.
Llevar un caso a la corte ya lleva su tiempo, pero las peleas grandes en los tribunales rara vez ocurren en la vida real. La mayoría de los casos se resuelven fuera del tribunal antes del juicio.