Las razones clave para ver esta nueva serie de Netflix

Este texto en realidad debería llamarse Cómo lavar dinero y no morir en el intento, pero decidí ponerle el novedoso título de Las más importantes razones para ver lo más nuevo de Netflix, como si no hubiera una nueva cada semana, y centrarme en los puntos por los que esta debería ser la serie a la que no le tienen que perder la vista.

Bueno, si ustedes son fieles seguidores de la plataforma de streaming más famosa a nivel mundial, tal vez ya se hayan percatado que hay un nueva serie llamada Ozark, la cual está encabezada por Jason Bateman. Sí, el mismísimo Michael Bluth de Arrested Development, pero esta vez el actor se va al lado dramático y serio de la televisión para entregarnos una historia cautivadora sobre un contador llamado Martyn Byrde, un contador que trabaja lavando el dinero de un cartel mexicano.

Pero basta de preámbulos y vamos al grano. Como dijimos en la introducción, entonces prepárate para leer las más importantes razones para ver lo más nuevo de Netflix. No te vas a arrepentir, estoy seguro de ello.

🙂

La historia versa sobre la familia Byrde que está conformada por el matrimonio en decadencia que forman Martyn y Wendy, quienes tienen dos hijos: Charlotte, una jovencita de carácter rebelde y Jonah, un niño inadaptado. La vida cambia para esta familia de Chicago cuando Martyn les anuncia un sorpresivo cambio de residencia a Ozark, Misuri, un pueblo muy alejado de donde viven y aquí empieza el conflicto con su familia, pues no entienden el porqué de un cambio tan precipitado.

Lo que desconocen (aunque no por mucho tiempo) es que su padre y Bruce Lidell, socio y amigo, trabajan juntos en una firma de contadores donde su principal cliente es un cartel mexicano a quien le prestan sus servicios para lavar dinero. Pero después de que Del, el jefe de ese grupo delictivo, se enterara que Bruce le había estado robando, y por ende se deshiciera de él como forma de pagar su castigo, Martyn logra librarse y por lo tanto también salvar a su familia, no sin antes a comprometerse a seguir trabajando para ellos. Pero si nuestra memoria no nos falla y nuestros recuerdos seriéfilos tampoco, sabemos que no todo puede salir bien: si no es el cartel será la policía que descubra a Martyn y todo lo que está haciendo por proteger a su familia.

Empecemos por los Byrde, quienes más allá de una familia típica americana son un estirpe llena de complejidades. Por un lado tenemos a Martyn (Jason Bateman) quien es un tipo guapo e inteligente, que siempre se ha dedicado a proveer a su familia de lo que se necesita en el lado económico y por lo mismo ha descuidado todo lo demás, incluso su matrimonio con Wendy (Laura Linney) quien ha buscado un reemplazo de todas las atenciones que no recibe por parte de su marido. Desde el primer episodio la serie nos cuenta que la traición ha estado presente en la familia: Martyn no le ha dicho nada a Wendy sobre sus negocios ilegales y ella, obviamente, no le ha dicho la falta de cariño que tiene, la misma que la lleva a buscar en brazos de otro hombre.

Los hijos como siempre viven en otros mundos y en este caso no puede fallar ese cliché, el cual es bien aprovechado dotándole de una personalidad rebelde a Charlotte (Sofia Hublitz), pero que poco a poco parece que irá descubriendo cuál es el secreto de sus padres y pueda ser que termine involucrada también –alguien aquí recuerda a Paige de The Americans–. También está Jonah (Skylar Gaertner), el pequeño de la familia que es inocente y vulnerable aún, pero que se vislumbra como un inadaptado social, lo cual podría ser el eslabón más débil de la familia, lo que podría llevarlo a correr el riesgo más peligroso si los enemigos de su padre intentaran, de cualquier forma, hacerle daño.

Como ven, van más allá de ser buenos o malos, son personajes con una complejidad moral muy grande, y que desde antes de que partiera la historia comenzamos a ver que ellos ya tenían bastantes problemas.

Si hablamos de los secundarios, podemos nombrar a Del (Esai Morales), quien más que complejo está muy bien insertado en el villano para el cual trabaja  Martyn y lo único que le importa es su interés propio. Pero hay alguien que no podemos dejar pasar porque seguro nos dará mucho para hablar y analizar: esa es Ruth Langmore (Julia Garner), la pequeña villana de la historia que podría convertirse en un dolor de cabeza para Martyn. Ella es una ladrona profesional y además es la única mujer de su familia disfuncional conformada por sus primos, tíos y hasta su hermano. Una mujer con más carácter que cualquiera de los personajes.

¿A poco no les dan ganas de verla ya?

Un apartado especial merece el protagonista de la serie, y no por su gran trabajo actoral que es muy contenido y que por lo mismo provoca miedo de no saber si lo que está haciendo le saldrá bien o no: para llegar a que como espectadores sintamos eso se necesita un buen director, y pues qué mejor que el mismo Bateman. Sí, leyeron bien, Jason Bateman funge como actor y director. Aunque su rol detrás de las cámaras solo es en 4 episodios de los 10 que conforma la temporada, es impresionante el trabajo que hace en los dos primeros episodios para engancharnos y no soltar una serie de tan alta calidad. Incluso al terminar el primer episodio muchos tendrán la sensación de haber visto una película, y aunque la historia quedaría muy corta, la forma en como Bateman lo construye desde la silla del director propicia la atmósfera de lo que les hablo.

Y claro, para cerrar con broche de oro, nuestro Martyn toma la dirección nuevamente de los dos últimos episodios, logrando dar un buen cierre a lo que desde un principio construyó.

Otro de los roles de Jason Bateman es fungir como productor de la serie, pero solo de un episodio. Pero quienes realmente han apostado por una producción así son gente que ha trabajado en American Horror Story, True Detective, The Bridge y hasta The Leftovers, series conocidas por su gran calidad.

Juzgar si una serie o película cuenta con altos estándares de calidad actualmente sería una aberración, pues es lo mínimo que deberían de tener para tratar de competir en esta era donde estamos llenos de series. Pero destacar el trabajo de los que sobresalen y que no paras de asombrarte del gran trabajo que están haciendo es nuestra chamba y es por eso que Ozark es digna de destacar es ese rubro.

En la cuestión fotográfica la pantalla se cubre de un azul que le da una profundidad y a la vez ese tono sombrío y frío que necesita la historia, más si se trata de traición y mentiras como lo es esta. Además de que nos regala una construcción de imagen muy particulares que nos llevan más a compararlo con los grandes trabajos cinematográficos de la actualidad. No es grandilocuente, pero esa característica de menos es más es lo que ayuda a sobresalir favorablemente.